Por Donny Mathis
Parte II
El evangelio en los Evangelios y en Hechos
Marcos
utiliza el término euangelion en más oportunidades que los otros evangelistas (ocho veces que incluyen 16:15). Empieza con la declaración programática de que el libro es “el comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios”. El uso sorprendente del término euangelion refleja el sentido que tenía tanto para los paganos como para el AT en lo referente a la llegada de un nuevo rey y la promesa del AT de que Jehová retornaría a Sión y derrotaría a los enemigos de Su pueblo. Todo lo que Marcos describe sobre la vida y el ministerio de Jesús manifiesta que Él es el Mesías que Dios envió para liberar a Su pueblo. A través de Sus milagros, Jesús demuestra que es el Mesías, el Hijo de Dios, que tiene poder sobre la naturaleza, los demonios, las enfermedades e incluso la muerte. Por medio de las parábolas, el lector puede aprender acerca del reino que Jesús vino a establecer. El propósito final de la vida del Mesías fue morir para rescate de muchos. A través de la resurrección, Jesús se vindica como Mesías y manifiesta que Su condición de Hijo de Dios es incuestionable.
Marcos también emplea el término euangelion para describir el ministerio que Jesús comenzó luego del encarcelamiento de Juan el Bautista (1:14-15). Jesús comenzó a predicar el evangelio, la proclamación de que el tiempo se había cumplido y que elreino de Dios estaba cerca. El Dios de Israel actúa para restaurar a Su pueblo a través del ministerio de Jesús. El corolario de esta proclamación es el llamado a arrepentirse y a creer en el evangelio. La prédica de Jesús hace eco a la de Juan el Bautista y le da cumplimiento porque Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios, quien establecería el reino de Yahvéh. Para Marcos, el evangelio trata esencialmente del establecimiento del reino de Dios. También utiliza euangelion con el sentido de kerusso cuando Jesús anuncia que la mujer que lo había ungido para la sepultura sería recordada en todo lugar donde se predicara el evangelio (Mar. 14:3-9).
La importancia del reino también se puede observar en el uso del término euangelion en Mar. 8:35 y 10:29-30. En 8:35, luego del anuncio de Su muerte, Jesús describe el costo de seguirlo y explica que quien quiere ser Su discípulo debe estar dispuesto a perder su vida por amor a Él y al evangelio.
Mateo
Mateo utiliza cuatro veces euangelion (4:23; 9:35; 24:14; 26:13) y una vez euangelizomai (11:5; comp. Luc. 7:18-23). Mateo califica tres veces euangelion como el euangelion tou basileias, el evangelio del reino. En 4:23, Mateo resume el ministerio de Jesús en Galilea diciendo que Él enseñaba en sinagogas, predicaba el evangelio del reino y sanaba enfermedades y dolencias. Para Mateo, el evangelio se centra en el reino que Jesús vino a establecer a través de Su vida y muerte. Esta buena nueva encaja muy bien en la esperanza judía de que Jehová/Yahvéh restauraría a Su pueblo mediante la obra del Mesías, y apoya el argumento de Mateo en cuanto a que Jesús vino para dar cumplimiento a las Escrituras.
Lucas – Hechos
Lucas no utiliza euangelion en su evangelio pero emplea diez veces el verbo que se refiere al acto de proclamar las buenas nuevas.
En Hechos, Lucas utiliza quince veces euangelizomai y solo dos veces euangelion. En las narrativas sobre Jesús y Juan el Bautista, Lucas emplea euangelizomai en la proclamación de Gabriel a Zacarías (1:19) y del ángel a los pastores la noche del nacimiento de Jesús (2:10). Cuando Jesús habla en la sinagoga en Nazaret (4:16-21), lee en Isaías sobre la restauración de los pecados y el exilio del pueblo de Jehová (Isa. 61:1; 58:6). El Mesías proclamará buenas nuevas a los pobres, declarará libertad de los cautivos, dará vista a ciegos, libertará a oprimidos y proclamará el año aceptable del Señor. Luego de leer este texto, Jesús le explica a la multitud que esta profecía se cumple en Él. Este texto bosqueja el enfoque central del relato de Lucas sobre la vida y el ministerio de Jesús. Lucas emplea nuevamente este texto para comunicarle el mensaje a Juan el Bautista cuando este buscaba confirmación de que Jesús era el que vendría después de él (7:22). La proclamación de las buenas nuevas se centra en el reino de Dios y en el cumplimiento de la ley y los profetas (8:1; 16:16). En Hechos, Lucas utiliza euangelizomai para enfatizar la proclamación sobre la vida y ministerio de Jesús. Utiliza ocho veces esta proclamación para referirse a Jesús el Mesías que es Señor de todos (5:42; 8:4-6,12,35; 10:36-44; 11:20; 13:16-41; 17:18). Estas buenas nuevas acerca de Jesús componen el centro de la prédica de los misioneros de la iglesia primitiva (8:12,25,40; 14:7,15,21; 15:35; 16:10). Las buenas nuevas que predicaban se relacionaban íntimamente con las promesas del AT y se centraban en la vida y ministerio de Jesús, particularmente en la cruz y la resurrección (8:26-39; 10:36-44; 13:16-41).
Juan
Juan no emplea euangelion ni euangelizomai en su Evangelio y prefiere los términos que significan “testigo” y “verdad”. También enfatiza la acción de creer que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y la vida que se imparte como resultado de la fe (Juan 20:20-31).
El evangelio en otros lugares del NT
En 1 Ped. 1:3-12, el apóstol define el evangelio como el mensaje que prometieron los profetas y se cumplió en el sufrimiento y la gloria de Jesucristo. La resurrección de Jesús ha provisto esperanza viva y herencia eterna. Este evangelio revela algo tan importante que incluso los ángeles anhelan tener una visión de él. En 1:23, Pedro llama al evangelio Palabra de Dios viva y perdurable. En 4:1-19, para disipar las dudas de los que argumentan sobre el tiempo del juicio venidero y del castigo final, Pedro explica que a los que rechazan el evangelio les espera un final terrible. En Heb. 4:2,6 se utiliza el término euangelizomai para aludir al mensaje acerca de Jesús el Mesías de manera similar a 1:1-4. Apocalipsis 14:6 describe el evangelio eterno que se utiliza en el juicio.
Conclusión El evangelio en el NT se puede resumir como el mensaje sobre el reino de Dios que se instauró por medio de la vida, muerte y resurrección de Jesús el Mesías, a quien Dios exaltó como Señor de todo. Estas buenas nuevas describen sucesos que se profetizan en toda la Escritura y declaran que Jesús, el Mesías, derrotó de una vez y para siempre a todos los principados y poderes. Finalmente, Dios juzgará a los seres humanos según hayan recibido o rechazado estas buenas nuevas.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Dahiana Waszaj, en Unsplash
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