
Por John W. Drakeford y E. Ray Clendenen
Prácticas y emociones asociadas con la experiencia de la muerte de un ser amado u otra catástrofe o tragedia. Cuando en la Biblia se menciona la muerte, generalmente se relaciona con la experiencia de alguien desconsolado que siempre responde de manera inmediata y exteriorizada, y sin ninguna clase de reservas. La Biblia relata el duelo de Abraham por Sara (Gén. 23:2). Jacob hizo duelo por José porque pensaba que estaba muerto: “Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.” (Gén. 37:34-35). Los egipcios hicieron duelo por Jacob durante 70 días (Gén. 50:3). Generalmente se guardaban 30 días de duelo por los líderes: Aarón (Núm. 20:29); Moisés (Deut. 34:8) y Samuel (1 Sam. 25:1). David lideró al pueblo mientras hacía duelo por Abner (2 Sam. 3:31-32).
María y Marta lloraron por la muerte de su hermano Lázaro (Juan 11:31). Juan escribió que “Jesús lloró” al ver a María y a sus amigos llorando (Juan 11:35). El llanto en aquella época, al igual que ahora, era la principal muestra de dolor. Las lágrimas se mencionan repetidas veces en la Biblia (Sal. 42:3; 56:8). El lamento en voz alta (llorar a gritos) también caracterizaba el duelo; tal es el caso del profeta que gritó “¡Ay, hermano mío!” (1 Rey. 13:30; comp. Ex. 12:30; Jer. 22:18; Mar. 5:38).
A veces la gente rasgaba sus vestiduras (Gén. 37:29,34; Job 1:20; 2:12), evitaba lavarse y realizar otras actividades normales (2 Sam. 14:2), y a menudo se ceñía de cilicio: “Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner” (2 Sam. 3:31; Isa. 22:12; Mat. 11:21). El cilicio era un material oscuro que se hacía con pelo de oveja o camello (Apoc. 6:12) y se utilizaba para elaborar sacos de grano (Gén. 42:25). Se usaba en lugar de otra vestimenta, o tal vez debajo de ella, y se ataba alrededor de lacintura por fuera de la túnica (Gén. 37:34; Juan 3:6). A veces los que hacían duelo se sentaban o se acostaban sobre el cilicio (2 Sam. 21:10). Lasmujeres usaban vestimenta negra u oscura: “envió Joab a Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Yo te ruego que finjas estar de duelo,y te vistas ropas de luto, y no te unjas con óleo, sino preséntate como una mujer que desde mucho tiempo está de duelo por algún muerto” (2 Sam. 14:2). Los que estaban de duelo también se cubrían la cabeza: “Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza,e iban llorando mientras subían” (2 Sam. 15:30). Los que hacían duelo generalmente se sentaban en el suelo, descalzos, con las manos sobre la cabeza (Miq. 1:8; 2 Sam. 12:20; 13:19; Ezeq. 24:17) y se arrojaban ceniza o polvo sobre la cabeza o el cuerpo (Jos. 7:6; Jer. 6:26; Lam. 2:10; Ezeq. 27:30; Est. 4:1). Incluso se cortaban el pelo, la barba o la piel (Jer. 16:6; 41:5; Miq. 1:16), aunque este tipo de prácticas en el cuerpo estaban prohibidas porque eran paganas (Lev. 19:27-28; 21:5; Deut. 14:1). A veces se hacía ayuno; por lo general solo durante el día (2 Sam. 1:12; 3:35), y tradicionalmente durante siete jornadas (Gén. 50:10; 1 Sam. 31:13). Sin embargo, los amigos proporcionaban comida porque no se podía preparar en una casa que se consideraba impura por la presencia del muerto (Jer. 16:7).
No solo hacían duelo los parientes sino que también contrataban plañideras profesionales (Ecl. 12:5; Amós 5:16). La referencia de Jer. 9:17 a las “plañideras” sugiere que esas mujeres practicaban ciertas técnicas. Cuando Jesús fue a la casa de Jairo para curar a su hija, “vio a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto” (Mat. 9:23).
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Samuel Rios, en Unsplash
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