Por Pete Schemm
Las bienaventuranzas o “dichos benditos” reciben esta designación porque comienzan con la expresión “bendito es” o “feliz es” (heb. ashre; gr. makarios; lat. beatus). Sin embargo, “feliz” tal vez no sea la mejor manera de traducir el término ya que el uso moderno lo ha devaluado espiritualmente. La idea es un estado dichoso y afortunado basado en las condiciones divinas y no en las circunstancias mundanas. Estas bendiciones condicionales son frecuentes en la literatura de sabiduría del AT, especialmente en los Salmos (Job 5:17; Sal. 1:1; 32:1,2; 33:12; 41:1; 106:3; Prov. 8:34; 28:14).
La colección más ampliamente conocida y extensa de tales bendiciones es la introducción al Sermón del Monte que dio Jesús (Mat. 5:3-12; comp. Luc. 6:20-26). Las bienaventuranzas determinan el tono del sermón y ponen énfasis en la humildad del hombre (5:3-5,7,9) y la justicia de Dios (5:6,8,10). Cada una de las ocho bienaventuranzas (5:11,12 son una ampliación de 5:10) describen la condición ideal del corazón de un ciudadano del reino, condición que produce abundante bendición espiritual. “Pobres de espíritu” se refiere a tomar conciencia de la bancarrota espiritual que se experimenta fuera de Cristo (5:3). “Llorar” es entristecerse y quebrarse ante el pecado (5:4; Isa. 61:1-3; 2 Cor. 7:10). Los “mansos”, al igual que Cristo, ejemplifican la bondad y el dominio propio (5:5; 11:29). “Hambre y sed” son una descripción vívida de aquellos que ansían la justicia de Dios (5:6; Sal. 42:1,2).
Los “misericordiosos” son lo que saben perdonar y ser compasivos (5:7; 6:12-15). Ser “puro de corazón” se refiere a esa limpieza interior necesaria para entrar en la presencia de Dios (5:8; Sal, 24:3,4). Los “pacificadores” son aquellos que invitan a los hombres a reconciliarse con Dios y los unos con los otros (5:9; Rom. 10:15; 12:18; 2 Cor. 5:20). Finalmente, hay una bendición para los que “padecen persecución por causa de la justicia”. Es normal que el mundo se oponga a los ciudadanos del reino (5:10-12; 1 Ped. 3:14; 4:14).
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Aaron Burden, en Unsplash
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