«Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur» (14:3-4).
Introducción
Zacarías profetizó a un grupo de israelitas desalentados y anunció que era un nuevo día para el pueblo escogido de Dios. Trató de inspirar a aquellos que habían retornado del cautiverio a reconstruir el templo y volver a consagrar sus vidas a Dios. Su mensaje de aliento trae aparejado visiones surrealistas y vívidas imágenes poéticas, y se concentra en el juicio que Dios revocaría y en el llamado del pueblo, que debía revertir su comportamiento.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: Zacarías volvió a Judá con los exiliados. Aparentemente, era un sacerdote (Neh. 12:16) contemporáneo de Hageo. Aunque no se sabe si estos dos profetas cooperaron entre sí, su misión fue similar, y la Escritura da crédito a ambos por la reconstrucción del templo (Esd. 5:1-2; 6:14). Zacarías fecha dos períodos de su ministerio profético (520 y 518 a.C.; Zac. 1:1,7; 7:1). Su autoría del libro es cuestionable. Muchos estudiosos, impactados por las diferencias entre los capítulos 1–8 y 9–14, concluyen que los últimos seis capítulos fueron escritos por otro autor, pero este no es un problema de mayor importancia, ya que el concepto de autoría en los tiempos bíblicos difería de los estándares modernos. En el AT, existe cierta prueba de que algunas porciones de los libros supuestamente escritos por un solo autor, en realidad, fueron escritas por otros (Nm. 12:3; Dt. 34:5-12; Jer. 51:64c).
Contexto histórico: Ciro de Persia permitió que los cautivos volvieran a Palestina (538 a.C.), un punto clave de la historia de los israelitas. El pueblo escogido acababa de vivir una de las peores experiencias posibles en el mundo antiguo. Los ejércitos invasores habían devastado su tierra natal. Habían derrumbado y saqueado la ciudad capital y el templo, matado a muchos de sus líderes y a gran parte del pueblo, y transportado la mayoría de los sobrevivientes a tierras paganas. Los que volvieron por el largo camino a Judá enfrentaron el reto de restablecer el templo y la ciudad de Jerusalén. Según el relato del libro, la obra comenzó de inmediato. Pero después de reconstruir el altar y echar los cimientos del templo, surgieron problemas, y se detuvo el proyecto (Esd. 3:1–4:24). Aunque se ofrecían sacrificios, el templo siguió en ruinas por casi dos décadas.
Mensaje y propósito
Relación de pacto: El mensaje de Zacarías fue tanto de aliento como de desafío. Nada sería imposible, ni siquiera la reconstrucción del templo, porque Dios empoderaría a Su pueblo escogido. Sin embargo, Zacarías estaba preocupado por algo más que los ladrillos y el mortero. El punto fundamental era el pacto entre el Señor y los israelitas. Dios no estaría satisfecho con que solo se reconstruyeran el templo y la ciudad. Él quería restaurar la relación con Su pueblo.
Como los antepasados del pueblo de Dios habían desobedecido la ley de un modo vergonzoso, ya que no adoraron al Señor en espíritu y en verdad ni actuaron con justicia entre sí, Él llamó a las naciones circundantes para castigar a Su pueblo. Era hora de determinar si los repatriados del exilio habían aprendido esa dura lección y si cumplirían mejor que sus antepasados con la parte del pacto que les correspondía.
Crítica y estímulo: El mensaje de Zacarías ponía mucho en juego. El remanente que había salido del cautiverio era la única esperanza para el futuro de Israel. Considerando la trayectoria de las generaciones anteriores, sería necesario utilizar un lenguaje severo para quebrantar la terquedad y abrir los oídos cerrados y los corazones petrificados del pueblo de Dios (7:11-12). El método que Zacarías adoptó fue criticar la visión del mundo que predominaba entre los israelitas y estimularlos a considerar una realidad completamente nueva. La poesía era el medio ideal para lograr su propósito porque permitía usar un lenguaje vociferante.
Contribución a la Biblia
El libro de Zacarías está colmado de juicio, pero también rebosa con las promesas de Dios. El Señor desafió a Su pueblo a emprender una tarea extremadamente difícil y aseguró el éxito por Su poder. Pero la naturaleza de estas promesas iba más allá de la reconstrucción del templo. De principio a fin, la Biblia cuenta la historia del plan redentor de Dios y culmina en Su triunfo sobre el mal y en la salvación de los pecadores. Las profecías de Zacarías anticipan esta gran culminación de la historia y describen un rey glorioso que ha de venir, un Dios que triunfa sobre todo y un mundo donde se habrá remediado todo mal. Estas promesas preparan el terreno para el reino futuro de Dios, según lo demuestran las citas y las alusiones a Zacarías en el NT.
Estructura
El libro de Zacarías es complejo y consta de unidades que, a veces, aparentemente no tienen conexión, como si se tratara de una serie de fotografías desordenadas. La aparente falta de organización podría indicar que el libro proviene de un recuento oral, una colección de sermones empalmados de forma escrita. Pero también podría ser intencional; quizás Zacarías aprovechó la fluidez de sus ideas y raciocinio como parte de una técnica para asombrar a su audiencia y lograr que el pueblo volviera en sí. Los caps. 1–8 contienen visiones y sermones fechados cuidadosamente, mientras que los caps. 9–14 son oráculos poéticos y descripciones narrativas de juicio y bendición, sin fecha. Zacarías utilizó una mezcla de géneros. Sus sermones, poesías y oráculos de juicio y salvación son característicos del género profético, pero sus visiones se asemejan a la literatura apocalíptica, cuya máxima representación en el AT es el libro de Daniel. El contenido de algunas de sus profecías, donde describe la intervención divina y un mundo radicalmente diferente, también es característico de la literatura apocalíptica. Es así como Zacarías puede representar una etapa evolutiva entre el género profético y el apocalíptico.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
_________________________________________________________________________
Foto de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman
Leave a Reply