
La creciente amenaza asiria tanto al reino del norte como al del sur es la realidad histórica que constituye el telón
de fondo de las profecías de Oseas (11:5). De la crueldad de los asirios, se conservan testimonios escritos y de arte
gráfico. En este relieve de Nínive, los soldados asirios deportan mujeres caldeas. El artista ha capturado la intensidad
emocional del momento al retratar a una mujer que se detiene a dar de beber a un niño exhausto, mientras
un guarda asirio amenaza con pegarles a los rezagados.
Introducción
Oseas es uno de los libros proféticos con mayor contenido autobiográfico. La situación única del matrimonio y la familia del profeta son parte vital de su singular mensaje. La palabra divina de gracia que impartió y su llamado al arrepentimiento se representan y acentúan dramáticamente mediante el amor constante y no correspondido hacia su esposa Gomer y mediante los extraños nombres de sus tres hijos. Aparte de esta información sobre su familia inmediata, poco se sabe de él. El principio de su larga carrera parece comenzar cuando, por instrucción divina, toma en matrimonio a la promiscua Gomer, quien le trajo tanta angustia. Su matrimonio conflictivo no fue un obstáculo doloroso que debió superar para servir a Dios, sino el cimiento mismo de su ministerio.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: Según el v. 1, la tarea profética de Oseas abarcó por lo menos 40 años. Comenzó durante el reinado de Jeroboam II, quien gobernó en Israel, el reino del norte, como corregente con su padre Joás (793-782 a.C.) y luego independientemente hasta el 753 a.C. El ministerio de Oseas terminó durante el reinado de Ezequías, quien gobernó en Judá (716-686 a.C).
Aunque la profecía de Oseas no descuidó al reino del sur, Judá (por ej., 1:7,11; 6:11; 12:2), dirigió su mensaje principalmente al reino del norte, Israel, al que suele llamar «Efraín» (5:3,12-14; 6:4; 7:1), representado por Samaria, la ciudad real (7:1; 8:5-6; 10:5,7; 13:16). Al parecer, Oseas vivió y trabajó en Samaria o cerca, y cuando esta cayó en manos de Asiria (722 a.C), probablemente él se haya trasladado a Jerusalén.
Contexto histórico: El reinado de Jeroboam II, el gobernante más grande del reino del norte según los estándares mundanos, se caracterizó por su prosperidad general, poderío militar y estabilidad nacional. La economía era fuerte, el futuro lucía prometedor, y el país, al menos la clase alta, respiraba una atmósfera optimista (12:8; Am. 3:15; 6:4-6). Aunque Siria era un problema constante para Israel, Adad-nirari III de Asiria le dio alivio cuando marchó contra Damasco, la capital siria (805 a.C.). Tras la muerte de Adad-nirari (783 a.C.), Israel y Judá se expandieron durante un tiempo de debilidad de los asirios (Jonás aparece en escena). Después de la muerte de Jeroboam (753 a.C.), Israel se hundió en la anarquía y tuvo seis reyes en menos de 30 años, de los cuales cuatro fueron asesinados (Zacarías, Salum, Pekaía y Peka). Durante este tiempo, Asiria recuperó el poder, e Israel quedó sentenciado. Pero la verdadera razón de su caída fue que Dios determinó juzgar los pecados del pueblo, tal como Oseas y Amós lo anunciaron. Oseas dio la mayoría de sus mensajes durante los últimos 30 años de Israel como nación.
Mensaje y propósito
Acusación: Según Oseas, Israel pecó de cuatro maneras. Primero, violó requisitos básicos del pacto, como la fidelidad y la bondad, negándose a conocer a Dios y Su ley. Se volvieron autocomplacientes y orgullosos, y olvidaron la gracia de Dios. Incluso, hablaron despectivamente contra Él. Segundo, se entregaron a la idolatría y a la prostitución ceremonial en el culto. Tercero, confiaron en recursos humanos (reyes, príncipes, guerreros y alianzas con extranjeros) y no en Dios. Por último, fueron culpables de injusticia, violencia, homicidio, robo, mentira y opresión de los indefensos.
Instrucción: Mediante Oseas, el Señor ordenó al pueblo de Israel que abandonara su promiscuidad, idolatría e iniquidad, se volviera a Él humildemente y fuera fiel a la ley del pacto.
Juicio: Oseas informó a Israel que su angustia presente se debía a que el Señor lo había abandonado y que vendría más disciplina: dominación extranjera, exilio, destrucción, desolación y muerte.
Esperanza: Oseas les recordó a los israelitas la gracia y el amor del Señor al hacer de ellos un pueblo, y al bendecirlos en el pasado con Su cuidado paciente y solícito, y Su provisión abundante. Fuera de Él no había esperanza, y Sus caminos eran rectos. Además, les aseguró que en respuesta al arrepentimiento y la fe, se compadecería una vez más de ellos y los redimiría; quitaría la injusticia y restauraría el pacto mediante la justicia y el conocimiento de Dios; serían reconstruidos y embellecidos.
Contribución a la Biblia
Oseas comparó la relación entre Dios y Su pueblo con la de un esposo y su esposa, al trazar un paralelo entre la infidelidad espiritual y conyugal. «El código moral de la Biblia es muy claro cuando afirma que el acto sexual es legítimo solo en el contexto de la relación matrimonial. Por consiguiente, la imagen del matrimonio y el sexo, una relación exclusiva que no admite rivales, representa idealmente la relación entre Dios y Su pueblo» (Dictionary of Biblical Imagery [Diccionario de Imágenes Bíblicas], pág. 778). Sin embargo, nada puede apagar el amor de Dios por el pueblo del pacto. Como un esposo, Él está profundamente comprometido con nosotros y le duele cuando nos apartamos. Dios exige a los suyos amor y lealtad. Aunque muchas veces Su pueblo no lo ha amado de todo corazón, Él está dispuesto a perdonar y restaurar a los que, arrepentidos, lo buscan. Cuando Oseas compró la libertad de Gomer, anunció el amor de Dios perfectamente expresado en Cristo, quien compró con Su propia vida la libertad de Su prometida, la iglesia.
Estructura
Los tres primeros capítulos del libro forman un paralelo entre el Señor y Oseas como esposos amorosos de esposas infieles. Los tres hijos del profeta, cuyos nombres fueron mensajes a Israel, representan una introducción a la segunda división principal del libro, que contiene las denuncias y un llamado al arrepentimiento escritos en grupos de tres. Así como el cap. 1 (relato en tercera persona sobre la familia de Oseas) se equilibra con el cap. 3 (relato en primera persona), la última división del libro alterna entre anuncios en primera persona del mensaje de Dios e informes en tercera persona del profeta.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto de BIBLIA DE ESTUDIO HOLMAN
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