«Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. […] y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo» (2:13,15).
Introducción
Es acertado que el primer libro del NT, el Evangelio de Mateo, comience con estas palabras: «la genealogía de Jesucristo». Este Evangelio se escribió desde una fuerte perspectiva judía para mostrar que Jesús es verdaderamente el Mesías que el AT prometió.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: El autor no revela su nombre. Sin embargo, el título que atribuye este Evangelio a Mateo aparece en los manuscritos más antiguos y tal vez sea original. Cuando los cuatro Evangelios comenzaron a circular como una sola colección, los títulos fueron necesarios para distinguirlos. Muchos de los antiguos padres de la Iglesia (Papías, Ireneo, Panteno y Orígenes) consideraron que Mateo era su autor. Papías también sostuvo que Mateo escribió primero en hebreo, lo que sugiere que este Evangelio se tradujo posteriormente al griego.
Muchos estudiosos modernos desafían estas declaraciones tradicionales. Por ejemplo, contra Papías ellos argumentan que este libro no se escribió originalmente en hebreo, dado que el griego de Mateo no parece ser una traducción. Sostienen además que si la Iglesia primitiva, según la opinión de Papías, se equivocó sobre el idioma original, pudo también haber errado respecto al autor. No obstante, el excelente griego de Mateo tal vez surgió de un traductor habilidoso que trabajó a partir de un texto original hebreo. Además, hay muchos indicios de influencia hebrea en este Evangelio (ver notas en 1:17; 1:21 y 2:22-23). Por último, a medida que la Iglesia se extendía en territorios gentiles, se hizo necesario que el Evangelio circulara en una traducción griega. Por ello, no sorprende la ausencia de textos hebreos antiguos de Mateo, dado que el hebreo pronto dejó de ser la lengua dominante de los cristianos primitivos.
Incluso si Papías se equivocó en cuanto a la lengua original de este Evangelio, no significa que él o que los líderes de la Iglesia primitiva erraran al identificar a Mateo como su autor. La Iglesia primitiva afirmó unánime que fue escrito por el apóstol Mateo. Se necesitaría una prueba sorprendente para demoler este consenso tan antiguo.
Pistas diversas del mismo Evangelio señalan a Mateo como su autor. En primer lugar, Marcos 2:14 y Lucas 5:27 identifican como «Leví» al recaudador de impuestos a quien Jesús llamó a ser Su discípulo. Este Evangelio, sin embargo, se refiere a Leví como «Mateo». Algunos creen que Jesús le puso «Mateo» (en hebreo «regalo de Dios») a Leví cuando lo llamó a ser Su discípulo, pero en aquel entonces, era común que los judíos tuvieran dos nombres (como Saulo y Pablo). El uso de «Mateo» en este Evangelio puede ser un toque personal, una referencia a sí mismo que nos ofrece una pista sobre su autor.
Contexto histórico: Determinar la fecha de composición del Evangelio de Mateo depende en gran medida de la relación que guardan los evangelios entre sí. La mayoría de los eruditos creen que Mateo utilizó el Evangelio de Marcos para escribir el suyo. Si esto es así, Marcos antecede a Mateo. Sin embargo, la fecha de Marcos es también un misterio. Ireneo (aprox. 180 d.C.) parece afirmar que Marcos escribió su Evangelio después de la muerte de Pedro, a mediados de la década de los 60. Sin embargo, Clemente de Alejandría, que escribió tan solo 20 años después de Ireneo, sostuvo que Marcos escribió su Evangelio cuando Pedro aún vivía. Dada la ambigüedad de la prueba histórica, la decisión debe basarse en otros factores.
Es mejor deducir la fecha de composición de Marcos a partir de la fecha de Lucas y de Hechos. El abrupto final de Hechos que dejó a Pablo en Roma bajo arresto domiciliario sugiere que ese libro se escribió antes de la liberación del apóstol. Como uno de los temas principales de Hechos es la legitimidad del cristianismo en el Imperio romano, era de esperar que Lucas mencionara la liberación de Pablo por mano del emperador si está ya hubiera ocurrido. Esta prueba sitúa el libro de Hechos al comienzo de la década de los 60. Lucas y Hechos eran dos volúmenes de una sola obra, como demuestran los prólogos de ambos libros. Lucas se escribió antes que Hechos. Dado el trabajo de investigación que Lucas invirtió en el libro y los viajes que seguramente tuvo que hacer para entrevistar a los testigos, es razonable datarlo a finales de los años 50. Si Lucas utilizó el libro de Marcos para escribir su Evangelio, como parece probable, Marcos se escribió poco antes del final de la década de los 50, tal vez a mediados de esta. Por consiguiente, a pesar de que Mateo dependiera de Marcos, pudo haberse escrito en cualquier momento a partir de mediados de los años 50, una vez que Marcos ya estuviera escrito. La prueba histórica más antigua es congruente con esta opinión, ya que Ireneo (aprox. 180 d.C.) afirma que Mateo escribió su Evangelio cuando Pedro y Pablo aún predicaban en Roma (al comienzo de la década de los 60).
Mensaje y propósito
Probablemente, Mateo haya escrito su Evangelio para preservar el testimonio de los testigos oculares del ministerio de Jesús. En él, se acentúan varias verdades teológicas. En primer lugar, Jesús es el Mesías, el tan esperado Rey del pueblo de Dios. En segundo lugar, Jesús es el nuevo Abraham, el fundador de un nuevo Israel espiritual, formado de todos los judíos y gentiles que decidan seguirlo. En tercer lugar, Jesús es el nuevo Moisés, el libertador e instructor de este pueblo. En cuarto lugar, Jesús es el Emanuel, el hijo de Dios que nació de una virgen, el que cumple las promesas que el AT registra.
Contribución a la Biblia
Como primer libro del NT, el Evangelio de Mateo es un portal de comunicación entre los dos testamentos. Más que cualquier otro libro del NT, incluidos los demás Evangelios, Mateo es el que mejor se relaciona con el AT. Nos ofrece todo el plan de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis. Mateo mira hacia el pasado y cita las profecías hebreas más de 60 veces («se cumplió» y «para que se cumpliese lo que fue dicho»). También ve hacia el futuro al tratar no solo con la venida y el ministerio del Mesías, sino también con el plan para Su Iglesia y Su reino.
Estructura
Mateo divide su Evangelio en tres grandes partes e inicia las secciones principales con: «Desde entonces comenzó Jesús» (4:17; 16:21). Estas declaraciones de transición dividen el Evangelio en introducción (1:1–4:16), cuerpo (4:17–16:20) y conclusión (16:21– 28:20). También fracciona su Evangelio en cinco grandes bloques de enseñanza, y cada uno concluye con un resumen (8:1; 11:1; 13:53; 19:1; 26:1). Algunos eruditos creen que, con estos cinco reveladores discursos, se buscó correspondencia con los cinco libros de Moisés y una confirmación de la identidad de Jesús como el nuevo Moisés.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto por Simon Berger, en Unsplash
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