
Ruinas del siglo I d.C. en el exterior de una sinagoga (siglo IV d.C.) de Capernaum, con un memorial en honor a Pedro de fondo. Este memorial se construyó sobre lo que puede haber sido la casa de Pedro.
Introducción
La segunda carta de Pedro es una de las Epístolas Generales y enfatiza la vida cristiana práctica. Con este fin, Pedro escribió para advertir contra los falsos maestros y su influencia negativa en la vida moral. La misiva enfatiza el verdadero conocimiento de Dios al enfrentarse a la falsa doctrina y exhorta a los lectores a conservar la virtud cristiana en medio del vicio del mundo.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: El autor de 2 Pedro se identifica claramente como el apóstol Pedro (1:1). Se llama a sí mismo «Simón Pedro» (1:1), nombre que no suele utilizarse para el apóstol (solo en Hch. 15:14). La ortografía es semítica y confiere un sentido de autenticidad a la carta. Además, era natural que, al ser semita, utilizara la forma original de su nombre. Se designa como «siervo y apóstol de Jesucristo». Se consideraba un siervo sometido al señorío de Cristo, que había sido ordenado en forma divina y enviado directamente por el Señor Jesucristo. Era Su representante autorizado.
La carta contiene varias alusiones personales a la vida de Pedro. Menciona que su muerte estaba próxima (1:14), se describe como testigo ocular de la transfiguración de Jesús (1:16-18), cita las palabras pronunciadas desde el cielo en aquella ocasión (1:17), indica que antes había escrito a los destinatarios de su epístola (a los que se refiere como «amados» en 3:1) y también llama a Pablo «nuestro amado hermano» (3:15), lo que sugiere que eran cercanos. Todos estos detalles señalan su autoría.
Sin embargo, muchos eruditos contemporáneos rechazan esta autoría. Por ejemplo, argumentan que (1) las referencias personales a la vida de Pedro son un recurso literario utilizado por alguien que escribió con su nombre, para dar una sensación de autenticidad; (2) en 2 Pedro, se usa un estilo de griego distinto al de 1 Pedro; (3) la alusión a las cartas de Pablo como colección (3:15-16) indica una fecha posterior al tiempo en que vivió Pedro; y (4) 2 Pedro depende de Judas. Si esto es cierto, la autoría de Pedro es problemática.
En respuesta a estas objeciones, debería considerarse que (1) la Iglesia primitiva rechazaba por completo la práctica de escribir con un pseudónimo apostólico y lo consideraba una falsificación; (2) es posible que alguien ayudara a Pedro al escribir 1 Pedro (5:12), pero no en el caso de 2 Pedro, lo que explicaría los distintos estilos de griego; (3) es probable que Pedro se refiriera solo a las cartas paulinas conocidas en el momento de escribir su epístola y no a toda la colección; y (4) es posible que Pedro tomara alguna parte de Judas o que ambos utilizaran una fuente común. Estas pruebas sugieren que debería aceptarse la autenticidad de 2 Pedro.
Contexto histórico: A diferencia de 1 Pedro, esta carta no menciona ningún destinatario específico. El apóstol alude a su epístola como la «segunda carta» escrita a sus lectores (3:1). Si la misiva que escribió antes es 1 Pedro, se trata de los mismos receptores («… los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia»; 1 P. 1:1). No obstante, si su escrito anterior es alguna otra epístola que desconocemos, no podemos determinar con certeza a quién y dónde iba destinada esta.
Es probable que Pedro escribiera desde Roma, donde la tradición de la Iglesia ubica al apóstol en sus últimos días. Al mencionar que su muerte está próxima (1:14), parece que la redacta justo antes de morir. La tradición fecha el martirio de Pedro alrededor del 57 d.C., durante el reinado de Nerón (54-68 d.C.).
La relación literaria entre 2 Pedro y Judas es tema de debate. Cualquier decisión que se tome al respecto afecta irremediablemente la autoría y la fecha de cada carta. Ambas son sorprendentemente similares en contenido. Por tanto, si 2 Pedro se nutrió de Judas y este último libro se escribió en algún momento entre el año 65 y el 80 d.C., es imposible que el apóstol Pedro fuera el autor de esta epístola. Sin embargo, que Judas haya utilizado 2 Pedro no plantea ningún problema respecto al autor o la fecha. Es posible que Judas se surtiera de 2 Pedro o que ambos autores hayan utilizado una fuente común.
Pedro escribió esta carta poco antes de morir (1:14), y aunque no se mencione, es probable que lo hiciera desde la cárcel. Se dirigió a los amigos cristianos que enfrentaban la amenaza de los falsos maestros que negaban la obra salvífica de Cristo y Su segunda venida. Como testigo ocular de la vida de Jesús (1:16-18), Pedro procuró afirmar ante sus lectores la realidad del regreso de Cristo y recordarles las verdades que, de otro modo, podrían olvidar (3:1).
Mensaje y propósito
Pedro advierte a los creyentes que se cuiden de los falsos maestros con sus doctrinas falaces y su licencioso modo de vida. La tentación de vivir pecaminosamente preocupaba tanto a Pedro que, poco después de su primera carta, ahora retoma el tema. Amonesta también sobre la negación del regreso de Cristo con el juicio que lo acompañará. Insta a sus lectores a no escatimar esfuerzos para crecer en el conocimiento y la práctica de la fe cristiana.
Contribución a la Biblia
Pedro establece firmes conexiones con el AT y desafía a su audiencia para que viva una vida cristiana auténtica. Él había estado con Jesús cuando habló por primera vez de Su regreso (Mt. 24–25), y enfatizó la certeza de la segunda venida.
La palabra de Dios está en primer plano en esta breve carta. Lo vemos en el cap. 1, cuando Pedro enfatiza el conocimiento (vv. 3,5,6,8,12,20-21) y su origen divino; en el cap. 2, al demostrar su historicidad (vv. 4-8); y en el cap. 3, al indicar que las cartas de Pablo son iguales a «las otras Escrituras» (vv. 15-16). Pedro insiste en la importancia de la Escritura para guiar y conservar nuestra fe.
Estructura
Esta es una carta general con sus rasgos típicos: salutación, cuerpo principal y despedida. Solo falta una expresión de agradecimiento. Es una carta de estilo pastoral, que se rige por las necesidades de los destinatarios, no un tratado formal.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto de Joshua Lanzarini, en Unsplash.
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