Corinto fue construida junto a un istmo de 6,4 km (4 millas) de ancho; al este y al oeste de él había dos puertos. Nerón intentó construir un canal a través del istmo utilizando 6000 esclavos judíos, para conectar el puerto de Lequeo en el Golfo de Corinto con el puerto de Cencrea en el Golfo Sarónico. Pero hubo que esperar hasta finales del siglo XIX para que los ingenieros fueran capaces de construir el canal que permite que los barcos mercantes eviten los 320 km (200 millas) de viaje tormentoso alrededor del sur de la península griega. En tiempos de Pablo, estos kilómetros adicionales se evitaban trasportando por tierra la carga de los barcos, de un puerto a otro.
Introducción
De todas las cartas de Pablo, 2 Corintios es la que más nos revela el sentir personal del apóstol. Al mismo tiempo, articula un fuerte argumento («apología» en sentido positivo) en defensa de su autoridad y ministerio, lo que la convierte en una de las epístolas más defensivas del NT. Aunque se enseñan varias doctrinas importantes, su mayor valor radica en todo lo que nos revela sobre uno de los predicadores del evangelio más poderosos de todos los tiempos. Aprendemos que el verdadero ministerio, aun cuando deba protegerse ante los ataques, es encomendado por Cristo y con poder del Espíritu.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: Los eruditos bíblicos concuerdan en atribuir esta carta a Pablo (1:1; 10:1). Ella contiene más información personal sobre él que ninguna otra, y el estilo del griego que utiliza se asemeja al de Romanos y 1 Corintios. Si bien es difícil determinar con exactitud las fechas relativas a la vida y el ministerio de Pablo, hay consenso en que 2 Corintios se escribió alrededor del 56 d.C. (desde Éfeso, durante el tercer viaje misionero del apóstol).
Contexto histórico: Aunque los eruditos bíblicos a menudo discuten sobre la cronología de los hechos que motivaron la redacción de 2 Corintios, el siguiente escenario parece probable:
1. La iglesia de Corinto no recibió bien la primera epístola. Timoteo se rencontró con Pablo en Éfeso (1 Co. 4:17; 16:10) y le informó que los problemas persistían en la iglesia; en parte, por la llegada de «falsos apóstoles» a Corinto (2 Co. 11:13-15). Se trataba tal vez de judaizantes, quienes pretendían que los creyentes corintios de ascendencia gentil vivieran conforme a las leyes mosaicas (Gá. 2:14).
2. Pablo visitó Corinto por segunda vez; en su primera visita, había fundado la iglesia. Fue una estadía dolorosa, que lo llenó de «tristeza» (2:1; 13:2). Al parecer, los falsos apóstoles habían hecho campaña entre los corintios para que renegaran de él. Esta segunda visita, no mencionada en Hechos 19, ocurrió durante el extenso ministerio del apóstol en Éfeso.
3. Pablo les escribió una carta (de la que no hay manuscrito) para reprenderlos duramente y la envió desde Éfeso (2:3-4,9) por medio de Tito.
4. A su regreso, Tito le informó a Pablo que la mayoría en la iglesia de Corinto se había arrepentido y ahora aceptaba la autoridad del apóstol (7:5-7).
5. Pablo decidió escribir una vez más a los corintios para expresarles su alegría e intentar convencer a la minoría pertinaz. Prometió ir por tercera vez (12:14; 13:1), y así fue: estuvo allí, de paso hacia Jerusalén para entregar la ofrenda donada por muchas iglesias (Hch. 20:2-3).
Mensaje y propósito
Pablo escribió a los creyentes en Corinto fundamentalmente para informarles que se regocijaba porque la mayoría aceptaba su ministerio, para pedir un donativo para los necesitados de la iglesia en Jerusalén y para defender su ministerio apostólico ante una minoría de corintios que se oponían a su autoridad. Deseaba animar a la mayoría y persuadir a la minoría a que cambiara de parecer sobre la validez de su ministerio apostólico.
Entre los temas importantes que desarrolló en 2 Corintios, predominan la naturaleza de su autoridad y ministerio apostólico, el nuevo pacto, el estado intermedio de los creyentes (entre la muerte de sus cuerpos y la resurrección) y el dar con sacrificio. El punto principal es la naturaleza del verdadero ministerio. La diversidad de temas se debe a las circunstancias que exigieron la escritura de la epístola.
Dar con sacrificio es el foco de los capítulos 8–9, la enseñanza más extensa sobre la mayordomía cristiana en el NT. Pablo les pidió a las iglesias que había fundado que enviaran una ofrenda generosa a los creyentes pobres de Jerusalén. Durante la última parte de su tercer viaje misionero, se dedicó a reunir esta donación. Lo mencionó en sus tres cartas más largas (Ro. 15:28; 1 Co. 16:1-4; 2 Co. 8–9).
Contribución a la Biblia
Segunda Corintios nos ayuda a entender el ministerio. Aprendemos cuatro verdades clave: (1) Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación, (2) el ministerio verdadero en el nombre de Cristo implica sufrimiento y victoria, (3) servir al Señor significa ministrar en Su nombre a las necesidades de las personas, y (4) los líderes del ministerio necesitan el respaldo y la confianza de aquellos a quienes sirven.
Estructura
La organización de la carta es similar a otras atribuidas a Pablo. Comienza con los saludos (1:1-2) y la acción de gracias (1:3-11); a continuación, el cuerpo principal de la carta (1:12–13:10); y concluye con un saludo final (13:11-13).
Segunda Corintios es la carta más inconexa de Pablo. Es fácil percibir el cambio de tono entre los capítulos 1–9 (cariñoso y alentador) y los capítulos 10–13 (severo y censurador). Independientemente de lo que se decida respecto a la unidad original de la carta, es claro que a partir de 10:1, hay un cambio drástico.
En gran parte debido al cambio de tono entre la primera y la última parte de la carta, algunos exégetas han propuesto que 2 Corintios surgió a partir de dos cartas separadas que luego se combinaron. Se ha sugerido que los capítulos 10–13 podrían ser la carta severa perdida (2:4,9), escrita después de 1 Corintios, pero antes de 2 Corintios 1–9. Si fuera así, esto permitiría explicar las diferencias de tono entre ambas secciones. Sin embargo, parece mucho más plausible que la carta se originara tal cual la tenemos en la actualidad. Los escritores cristianos de los primeros siglos la conocieron solo en su forma presente, en una sola epístola. Sin duda, un autor puede tratar dos situaciones diferentes en una misma carta y adoptar tonos distintos (alentador y censurador) para responder a diversos problemas (según atañan a una mayoría o a una minoría).
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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