Restos de la Basílica de San Juan, en Éfeso. Cuando Pablo salió de Éfeso hacia Macedonia, dejó a Timoteo como pastor de la iglesia allí y le encargó que instruyera a ciertas personas que enseñaban doctrinas falsas.
Introducción
Desde el siglo XVIII, 1 y 2 Timoteo, junto con Tito, se conocen como las «Epístolas Pastorales». Resulta lógico considerar estas cartas en conjunto por sus notables similitudes en estilo, vocabulario y contexto histórico. Se distinguen del resto de las cartas paulinas en que son las únicas escritas a colaboradores de Pablo en el evangelio. Tratan cuestiones relativas a la estructura eclesiástica y, a diferencia de las demás, van dirigidas a hombres que desempeñan un papel pastoral y no a iglesias. No obstante, debemos reconocer que sus propios distintivos les confieren un carácter independiente. Su propósito primordial no fue describir la estructura de la iglesia o el ministerio pastoral (en contra de la opinión popular), sino enseñar cómo vivir el cristianismo en respuesta al evangelio.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: Según se declara al principio de cada carta, Pablo las escribió (1 Ti. 1:1; 2 Ti. 1:1; Tit. 1:1). Sin embargo, muchos eruditos actuales presuponen que no fue así. Basan su opinión en el vocabulario y el estilo diferentes al resto de sus cartas, en presuntas discrepancias teológicas y en ciertas dudas sobre el lugar cronológico que ocupan en la vida del apóstol. No obstante, estas diferencias de estilo y vocabulario no representan problema alguno cuando se tiene en cuenta que los autores suelen utilizar distintas formas de dirigirse a un grupo variado, para tratar situaciones diversas. Estas cartas de Pablo no iban destinadas a iglesias, sino a colaboradores dentro de un marco ministerial único; de ahí, las diferencias en vocabulario. El criterio tradicional sobre la situación histórica en la que Pablo escribió estas misivas resulta, por tanto, razonable y justificable. En resumen, a pesar de la importante oposición de algunos eruditos, existe una base sólida para aceptar la autoría paulina de las Epístolas Pastorales.
Contexto histórico: Probablemente, Pablo haya escrito estas cartas después del período abarcado en el libro de los Hechos, que concluye con el apóstol en prisión. Según la tradición, Pablo fue liberado de este encarcelamiento y prosiguió con su obra alrededor del Mediterráneo, con la cual probablemente haya llegado hasta España (Ro. 15:22-29). Durante ese tiempo, visitó Creta y otros lugares. Primera Timoteo y Tito se escribieron durante esa época de obra misionera adicional. Timoteo se había quedado en Éfeso para ocuparse de algunos problemas causados por falsas enseñanzas (1 Ti. 1:3-4). Tito permaneció en Creta tras la obra inicial para establecer la iglesia (Tit. 1:5). Finalmente, volvieron a encarcelar a Pablo, y esto llevó a su ejecución. Durante esta estancia final en la cárcel, el apóstol escribió 2 Timoteo para pedir que este lo visitara de nuevo y poder darle las exhortaciones finales, ya que preveía su martirio.
Mensaje y propósito
En cada una de estas cartas, Pablo instruye a uno de sus colaboradores más jóvenes a vivir su fe y enseñar a otros a hacerlo. Todas muestran una preocupación importante a causa de las falsas doctrinas y sus efectos perjudiciales en el seno de la iglesia. El apóstol escribe estas misivas como aval de su representante delante de la congregación, para mantener el nivel de la enseñanza correcta y mostrar que esta debe manifestarse en una vida adecuada.
En 1 Timoteo, Pablo instruye a su colaborador a oponerse firmemente a la falsa doctrina. Asimismo, le explica cuál debe ser la conducta característica de los miembros de la iglesia. La epístola a Tito expresa un propósito similar, si bien es de menor alcance. Pablo trata sobre el carácter de los miembros de la iglesia a la luz de la obra de Cristo. El mensaje de 2 Timoteo, última carta de Pablo, es bastante distinto, más personal; es la carta de un amigo a otro. Pablo preparaba a Timoteo para que prosiguiera con la obra ministerial después de su partida. Estas cartas contienen varios temas.
El evangelio: Pablo expresa una gran preocupación por la verdad del evangelio y, en estas Epístolas Pastorales, lo describe con términos poco habituales en sus otros escritos. Sin embargo, no son exclusivos de estas cartas. Se refiere al evangelio como «la fe» (1 Ti. 3:9; 2 Ti. 4:7; Tit. 1:13); «la verdad» (1 Ti. 4:3; 2 Ti. 2:25; Tit. 1:1); una enseñanza sólida o sana (1 Ti. 1:10; 2 Ti. 1:13; 4:3; Tit. 1:9; 2:1); la piedad o religión sana (1 Ti. 3:16; 6:3; Tit. 1:1). Quizás Pablo utilizó estos términos porque representan las frases usadas por sus oponentes. Sin embargo, al hacerlo, los renovó para que sirvieran a sus propósitos al darles un nuevo sentido.
La vida cristiana: Pablo enfatiza la importancia de una respuesta de santidad frente al acto salvífico de Dios (1 Ti. 2:15; 4:12; 5:10; 2 Ti. 1:9; Tit. 2:12). El comportamiento que resulta de la santidad debe llevar un énfasis positivo (Tit. 3:8) y negativo a la vez (2 Ti. 2:19).
El gobierno de la iglesia: Se presenta a la iglesia como una familia unida que ministra dentro de su circunscripción y está organizada para servir. Es la familia de Dios (1 Ti. 3:5,15), y los creyentes son hermanos y hermanas (1 Ti. 4:6; 5:1-2; 6:2; 2 Ti. 4:21). Pablo encomienda a la iglesia la responsabilidad de ministrar a los pobres (1 Ti. 5:16) y servir como cimiento de la verdad doctrinal y ética (1 Ti. 3:15). A los líderes de la iglesia se los llama obispos o ancianos (1 Ti. 3:1-7; 5:17-19; Tit. 1:5-9) y reciben asistencia de los diáconos (1 Ti. 3:8-13).
Contribución a la Biblia
Estas cartas son ricas en teología y ética. Una de las contribuciones clave es la forma tan clara de mostrar la relación entre la doctrina y la ética, la fe y la conducta.
Aunque no pretendían proporcionar un relato detallado del gobierno de la iglesia, ofrecen importantes perspectivas sobre el tema. La lista de requisitos para los obispos (1 Ti. 3:1-7; Tit. 1:5-9) y diáconos (1 Ti. 3:8-13) es la única de este tipo en el NT.
Estructura Las tres cartas siguen el mismo patrón típico de una epístola griega. Aunque existen algunas diferencias de léxico con la mayoría de las demás misivas paulinas, no debemos perder de vista que van dirigidas a individuos concretos. El planteamiento del liderazgo de la iglesia es único en la estructura de estas cartas.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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