Por Kenneth A. Mathews
Si bien existen muchas similitudes entre partes de Génesis y los mitos del antiguo Cercano Oriente (ACO), también hay diferencias sustanciales. En especial, se evidencian en cuán significativas son las distintas visiones del Creador y la creación. Cinco características distinguen el relato bíblico de la creación y su perspectiva. La enseñanza bíblica se diferencia teológicamente de la de los vecinos de Israel y se explica mejor como resultado de la revelación divina y no de la imaginación o el «genio religioso» del autor bíblico.
La identidad de Dios
La identidad básica de Dios según se revela en Génesis está bien diferenciada de todas las otras concepciones del ACO. El Señor Dios no tuvo un origen ni cuenta con una contrapartida femenina. Es más, Génesis no presenta ningún tipo de teogonía (origen de los dioses). Sencillamente, Dios siempre existió. El concepto de la fertilidad fue una explicación común entre los antiguos sobre cómo fue creado el mundo. Se creía que los dioses y las diosas dieron origen al mundo mediante la unión sexual, tal como un hombre y una mujer se unen para crear un hijo. El Dios de Israel, no obstante, se revela como asexuado, ni masculino ni femenino. Según otras religiones del ACO, el mundo (o partes de él, como el sol) era un «Él» divino, mientras que en Génesis el mundo se revela como «cosa», una realidad no sobrenatural traída a la existencia por un Dios sobrenatural.
Sin dioses rivales
Mientras que las posturas politeístas dominaban el ACO, Génesis revela que Dios no tiene competidores divinos. Una de las explicaciones más comunes de la creación entre los antiguos era que hubo una batalla épica entre los dioses creadores y las deidades anticreación. Finalmente, el dios creador venció a las fuerzas/dioses anticreación usando en algunos casos los cadáveres de sus enemigos para hacer todo lo que hay en el mundo. En Génesis no existe un rival que se oponga al Creador. Toda la creación obedeció la voz de Dios, según lo expresa la frase recurrente: «… Y fue así» (1:7).
Creación a partir de la nada
En Génesis, el Creador, por autoridad inherente como soberano Señor, hizo que la creación funcional y ordenada existiera mediante Su palabra. No hubo materia eterna precreada, como afirman los antiguos mitos. Génesis dice que Dios con Su palabra dio origen a todo. No significa que haya pronunciado palabras que en sí tuvieran poderes especiales. Por el contrario, el irrevocable poder de las palabras creadoras de Dios estaba fundamentado en Su autoridad. A diferencia de las deidades naturales, cuya existencia estaba limitada al sistema del mundo, Dios existió antes de la creación y por encima de ella. Además, la creación no fue la emanación de una persona ni de un poder divino. Fue algo separado de Él, una nueva realidad sujeta a Su voluntad.
El valor de la humanidad
En Génesis, el Creador le confirió un valor especiala la humanidad. Según la visión del ACO, los sereshumanos no eran indispensables para el funcionamientodel mundo, mientras que en Génesiseran esenciales como principales cuidadores. El Señor bendijo a la humanidad asignándole al hombre y a la mujer la responsabilidad de propagarse y gobernar sobre la tierra (1:26-28). Los mitos del ACO explicaban el propósito de la humanidad como siervos que suplían los intereses serviles de los dioses. La Biblia eleva a la persona y el rol de los humanos, que fueron coronados «de gloria y de honra» (Sal. 8:5), hechos a imagen divina. Dios preparó el resplandeciente Jardín del Edén para la humanidad, y le dio a esta una obra y un propósito significativos (Gn. 2:8-18). Además, Génesis presenta a la primera humanidad como individuos que fueron los progenitores de la raza humana.
El día de reposo (sábat)
En Génesis, el Creador declaró santo el séptimo día, para descanso y celebración (2:1-3), que luego fue conmemorado en el sábat de Israel (Ex. 20:8- 11). El sábat o día de reposo era exclusivo de Israel y no estaba ligado al movimiento de las estrellas, como dictaba la antigua astrología. El Señor fue revelado como Soberano del universo material y del tiempo. Toda la creación fue invitada a sumarse al conocimiento y la adoración de Dios como Creador y Sustentador de todas las cosas.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
Foto por redcharlie en Unsplash
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