Uno de los aspectos más importantes de un viaje es lo que pasa antes. La preparación y el armado de las maletas pueden ser cruciales.
Escoja un pasaje: Así como cuando viajamos lo hacemos hacia un destino, cuando estudiamos la Biblia, primero debemos decidir en qué pasaje nos concentraremos. Asegúrese de elegir un fragmento que pueda estudiar bien en el período previsto para la lectura. Por ejemplo, si piensa estudiar a fondo un pasaje de una de las epístolas de Pablo, entre cuatro y siete versículos son suficientes para una sesión (por ej., 2 Co. 2:14-17). En caso de proponerse estudiar un pasaje más largo (por ej., el capítulo 8 de Romanos), divídalo en segmentos y estudie todo el capítulo en un período más extenso. Intentar estudiar un pasaje demasiado largo en una sola sesión podría ser frustrante. Sin embargo, cuando se trata de estudiar textos narrativos bíblicos, puede elegir un pasaje más prolongado, porque este tipo de relato no depende de argumentaciones detalladas.
A medida que se dedique al estudio bíblico con asiduidad, podrá determinar cuánto puede estudiar en una semana. Con el tiempo, aprenderá a dominar sus herramientas y conocerá el proceso, lo que le permitirá estudiar mejor. Sin embargo, recuerde que así como no desea recorrer de prisa los lugares históricos importantes solo para terminar el viaje, lo que más importa en el estudio bíblico no es leer rápido, sino meditar y profundizar en la Palabra de Dios, para ser transformado en el proceso.
Reúna sus herramientas: Además de esta Biblia de estudio, que incluye diversos elementos para ayudarlo a profundizar en la Palabra, también es útil contar con varias versiones de la Biblia. Algunas son traducciones más «literales» y se apegan lo más posible a la estructura de la sintaxis y las palabras originales, aun cuando los resultados no sean siempre del todo comprensibles para los lectores modernos. Otras son más «funcionales» y procuran transmitir el sentido dado por el autor, aunque eso implique apartarse de la estructura exacta de las palabras del pasaje. Hay aun otras traducciones que intentan un equilibrio entre ambos enfoques.
Disponer de un buen diccionario bíblico tiene muchas ventajas, pues posee bosquejos e introducciones a cada libro de la Biblia, y notas sobre los personajes, los lugares, las culturas, los debates teológicos y los principales acontecimientos mencionados en la Biblia. También son útiles los diccionarios de términos griegos y hebreos, las lenguas originales en que se escribieron el Antiguo y el Nuevo Testamento, porque sirven para mostrar el abanico de significados posibles de una palabra.
En la actualidad, hay muchos programas informáticos para el estudio bíblico; algunos son gratuitos y están disponibles en Internet. Si bien puede ser un maravilloso recurso para el estudio bíblico, la calidad de los sitios en Internet es dispar. Por lo tanto, conviene evaluar la calidad del sitio antes de usarlo como recurso. Podría pedir ayuda a un pastor o a un creyente maduro para discernir la confiabilidad de un sitio. Además, aunque los sitios gratuitos de Internet pueden ser útiles, a menudo se basan en contenidos obsoletos de dominio público. Estas herramientas todavía tienen valor, pero deberían complementarse con textos basados en estudios más recientes realizados por eruditos evangélicos.
Los mejores comentarios bíblicos contienen un tesoro de información: introducción y bosquejo de cada libro, reflexiones teológicas, estudios terminológicos, interpretaciones fundadas y aplicaciones prácticas. Consulte con un cristiano o pastor de confianza para que lo ayude a evaluar la utilidad, la solvencia y la accesibilidad de los comentarios bíblicos disponibles.
Ore: Después de elegir el pasaje bíblico y de reunir sus herramientas, comience su estudio con una oración. Por ejemplo:
Señor, gracias por tu Palabra. Te pido que me des la disciplina para estudiar a fondo este pasaje. Dame también discernimiento para comprender los detalles. Señor, guíame con tu Espíritu y condúceme a tu verdad. Quiero poner en práctica lo que lea, y te pido que me transformes por medio de tu Palabra, para que mi vida se conforme a tu voluntad y a tu manera de pensar. Gracias por este tiempo.
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