El estado Teológico: Dios no acepta toda adoración

Por Luis García

Recientemente, Ligonier Ministries, en colaboración con Lifeway Research produjeron una encuesta para medir la “temperatura” teológica de los estadounidenses. Los resultados fueron alarmantes. En palabras de Ligonier Ministries, “la encuesta del Estado Teológico del 2018 revela profunda confusión acerca de la enseñanza de la Biblia, no solo entre los americanos como un todo, sino también entre los evangélicos…estos resultados muestran la necesidad urgente de la correcta enseñanza bíblica y la predicación valiente del Evangelio.”

Ante esta plegaria, queremos iniciar a suplir esa necesidad mediante una serie de artículos que presenten la postura bíblica sobre los temas de mayor confusión revelados en esta encuesta.

Dios acepta la adoración de todas las religiones incluyendo la del Cristianismo, Judaísmo e Islam.

¿Cómo respondieron los cristianos ante esta declaración? Lamentablemente, el 51% de evangélicos afirmó estar de acuerdo con esta postura pluralista. ¿Qué dice la Biblia al respecto?

Nadab y Abiú

En Levítico 10:1-2 encontramos una instructiva narrativa sobre este tema.

Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y, poniendo en ellos fuego e incienso, ofrecieron ante el Señor un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante él.

Como podemos ver, Dios no vio con agrado la ofrenda de los hijos de Aarón por una razón: Él no había ordenado esa clase de adoración (v.1). En otras palabras, Dios ya había establecido los principios y las formas en que su pueblo debía rendirle culto, de manera que hacer algo distinto, como lo hicieron Nadab y Abiú, resultaría en un acto de rebelión. Este pasaje entonces nos enseña que la adoración que agrada al Señor es únicamente aquella que sigue lo establecido por Dios en su Palabra.

Esta postura comúnmente recibe el nombre de Principio Regulativo. La Confesión de Fe de Westminster lo define así: “el modo aceptable de adorar al verdadero Dios ha sido instituido por Él mismo, y está tan determinado por su voluntad revelada (la Biblia), que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o…bajo alguna representación visible o de otro modo que no sea el prescrito en la Santa Escritura” (Cap.24, Art.1).

La esencia de la adoración bíblica

Los siguientes textos tienen la intención de mostrarnos algunos de los principios más fundamentales de la adoración que Dios exige.

No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen (Ex.20:3-4a).

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra (Sal.100:1)

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad es necesario que adoren (Jn.4:24).

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles…que decían a gran voz: El Cordero que fue sacrificado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza (Ap.5.11–12).

En otras palabras, la adoración ha de darse únicamente al Dios Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), sin la utilización de imágenes o cosas semejantes, con gozo reverente y en virtud de la redención culminada en Cristo.