Por Charles W Draper
La crítica textual (en ocasiones denominada “baja crítica”) es el estudio de copias de cualquier obra cuyo original ya no existe. Es importante destacar que la palabra “crítica” no tiene una connotación negativa en este contexto. Tiene que ver más bien con estudio y análisis cuidadoso. Cuando se aplica al AT, se refiere al esfuerzo continuo por estudiar del modo más completo posible el texto hebreo antiguo del AT. Han sobrevivido miles de copias de todo o parte del AT hebreo, pero hace solo algunas décadas que casi todas se presentaron en un texto realmente uniforme y estable. Desde mediados del siglo XX se han realizado interesantes descubrimientos que amplían nuestro conocimiento sobre el desarrollo del texto hebreo original y la historia de su transmisión.
Los Rollos del Mar Muerto son el hallazgo más famoso y consta de aprox. 40.000 fragmentos que representan alrededor de 600 documentos, de los cuales 200 son textos bíblicos. Además, antedatan en 1000 años los mss. más antiguos del AT con que contábamos, y son de una importancia incalculable. Pero además se encontraron mss. en la fortaleza judía de Masada, en Muraba’at cerca del Mar Muerto, en la Geniza (habitación para guardar textos antiguos a fin de darles un destino apropiado) de una sinagoga de El Cairo, y dos amuletos de plata pequeños que contenían una cita del libro de Números. Esto demuestra que realmente existió un proceso pero también que el posterior texto consolidado (el texto masorético) es sumamente exacto. Más del 90% del texto ha sido sólidamente acreditado, y las dudas significativas atañen solo a un pequeño porcentaje de variantes. Por lo tanto, los críticos textuales del AT están mejor equipados que nunca para resolver cuestiones sobre pasajes difíciles.
Como en la crítica textual del NT, los mss. Pueden estudiarse y evaluarse con datos derivados del cotejo de mss. Cotejar el texto consiste en compararlo con un texto base o estándar y registrar cada una de las diferencias. Los lugares donde los mss. difieren se denominan variantes o variantes de lectura. El objetivo final es establecer cuál es el texto original en cada lugar donde aparece una variación.
A diferencia de la crítica textual del NT, la del AT trata algunas cuestiones no relacionadas con las palabras del texto dado que los mss. Hebreos contienen anotaciones marginales que son producto de una antigua práctica de crítica textual. Estas lecturas marginales arrojan luz sobre la transmisión del texto y ayudan a la crítica textual a decidir cuál es la probable versión original.
Al igual que la crítica textual del NT, la del AT hebreo también se guía por “cánones”, aunque levemente diferentes. Esta tarea es una ciencia y un arte al mismo tiempo, y no es posible evitar cierto grado de subjetividad. Dado que el texto es tan similar en su totalidad, la crítica textual del AT se refiere mayormente a detalles e incongruencias de poca relevancia. Los mss. deben evaluarse (“medirse”) por su trascendencia y no por la cantidad. Se toma en cuenta la evidencia interna (literaria) de los mss. estudiados (por ej. tendencias de los copistas, estructura literaria, gramática, sintaxis, modelos quiásmicos, patrones acrósticos y estructura de las oraciones). También se pesa la evidencia externa (histórica) (por ej. fecha y lugar de escritura y relaciones con otros mss.). Se procura llegar a la lectura más apropiada para el contexto inmediato. Por lo general, se prefiere la versión que pueda explicar mejor la existencia de otras variantes, es decir, las versiones más distintivas y más breves. Las primeras traducciones del AT hebreo (griego antiguo y Septuaginta griega, distintas versiones del tárgum arameo, Peshitta siríaca [aramea] y latín) también son valiosas ya que en ocasiones representan un ejemplar hebreo muy antiguo. Ver Crítica textual, Nuevo Testamento.
Actualmente, la crítica del AT está más activa que nunca. El texto erudito actual, la Biblia Hebraica Stuttgartensia, se basa en el Códice de Leningrado (1009 d.C.) y está siendo objeto de una revisión. La nueva edición, la Biblia Hebraica Quinta, se completará en un futuro cercano. Se ha publicado una muestra (Rut). Una nueva edición, la Biblia Hebraica Leningradensia, también basada en el Códice de Leningrado, fue preparada por la universidad de Tel Aviv. La tan esperada Hebrew University Bible (Biblia de la Universidad Hebrea), basada en el Códice de Alepo (930 d.C.) ha estado en desarrollo desde 1955. Se han publicado los libros de Isaías y Jeremías. Todas estas ediciones son “diplomáticas”, es decir, están basadas en un solo ms. A pesar de contar con un aparato crítico con variantes de lectura, no son realmente textos eclécticos o críticos (basados en el estudio de muchos mss). La selección que realizaron los editores de las versiones recuperables más antiguas se conserva en uno de los numerosos aparatos críticos anexos. Existen varias tradiciones textuales en los numerosos mss. de la Biblia hebrea y están en proceso de estudio. Sin embargo, todos los textos actuales dan prioridad a una de las ramas del texto masorético, la correspondiente a la familia de ben Aser de los masoretas de Tiberias. Si bien debemos reconocer que se convirtió en un texto estandarizado y está bien preservado, es un texto crítico producido hace mucho tiempo, cuando se carecía de los recursos con que actualmente cuentan los eruditos. Sería posible producir un texto hebreo realmente ecléctico, una verdadera editio critica maior si se emplean todas las fuentes disponibles de mss. La Oxford Hebrew Bible (Biblia Hebrea Oxford) de Oxford University Press pareciera tener como objetivo la producción de un texto ecléctico. Más allá de todo esto, la próxima generación tendrá impresas las mejores fuentes que jamás se hayan tenido a disposición para realizar un estudio meticuloso del texto hebreo del AT.
Algunos sostienen que hay que priorizar el texto de ben Chayim del AT hebreo por encima del masorético tradicional ya que lo consideran el Textus Receptus del AT. Los argumentos que respaldan esta postura no son convincentes dado que el objetivo de Jacob ben Chayim era recuperar el texto masorético de Aarón ben Moses ben Aser, que es exactamente lo que contienen los códices de Leningrado y de Alepo.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Mick Haupt, en Unsplash
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