Nadie duda que la Biblia es el libro sagrado que ha impactado más nuestra cultura Occidental. Millones de personas la han leído, y ha sido usada para bien o para mal a lo largo de los años. Es inevitable que nos hagamos la pregunta: pero, ¿de dónde viene la Biblia?, ¿cómo podemos confiar en ella? Este artículo responderá a algunas de las preguntas más comunes con respecto a la Biblia.
¿Qué tan antigua es la Biblia?
Los eruditos conservadores estiman que el libro de Génesis, el primer libro de la Biblia, fue escrito por Moisés alrededor del año 1445-1405 a. C. Eso quiere decir que la Biblia comenzó a ser escrita hace aproximadamente 3,500 años. Uno de los últimos libros del Antiguo Testamento en ser escrito es el libro de Nehemías, escrito aproximadamente en el 424-400 a. C.
En el Nuevo Testamento, el libro de Santiago se considera el primero en ser escrito, en el 44-49 d. C., con Apocalipsis como el último, en el 94-96 d. C. Por lo tanto, el último libro de la Biblia se escribió hace aproximadamente 1,900 años.
Esto, por supuesto, hace de la Biblia un libro especial, pero al mismo tiempo de interpretación cuidadosa ya que fue escrita hace mucho tiempo por personas con diferentes trasfondos, en culturas totalmente distintas a las nuestras.
¿Tenemos los manuscritos originales?
No. Hasta donde se sabe, ningún manuscrito original ha sobrevivido el paso del tiempo. En otras palabras, el manuscrito que escribió originalmente Moisés, o David, o el apóstol Juan, ha dejado de existir, muy probablemente debido a que estos manuscritos fueron copiados múltiples veces, y por lo tanto se deterioraron hasta desaparecer.
El día de hoy solamente existen copias de los manuscritos originales.
¿Cuáles son los manuscritos más antiguos que existen?
Con respecto al Antiguo Testamento, los manuscritos más antiguos que existen fueron descubiertos en las cuevas de Qumrán. Los manuscritos encontrados allí —entre ellos el famoso rollo de los Salmos, y el gran rollo de Isaías— son los más antiguos en existencia, con fragmentos que se remontan al año 250 a. C.
En el Nuevo Testamento, la mayoría de los eruditos consideran que el manuscrito más antiguo es el papiro 52, un fragmento del Evangelio de Juan copiado en el año 100-150 a. C., unos cuantos años después de la muerte del apóstol.
¿Son confiables los antiguos manuscritos?
Si los manuscritos originales (llamados autógrafos) han desaparecido, ¿podemos confiar en que las copias son fieles a los manuscritos originales? Esta es una discusión que ha causado fuertes divisiones entre eruditos, sin embargo, por 2,000 años la Iglesia ha respondido con un resonante: ¡sí!
Las razones para tener esa confianza son varias, y entre ellas es la increíble riqueza de manuscritos en existencia. Consideremos, por ejemplo, que tan solo del Nuevo Testamento existen 118 papiros, 3,000 documentos escritos en mayúsculas o minúsculas, y 2,400 leccionarios. Considerando que hay varios fragmentos, se podría redondear el número a unos 5,500 manuscritos antiguos escritos en griego.
Además, existen más de 10,000 copias antiguas de la Biblia en latín, cuyos orígenes se remontan al segundo siglo. Si se juntan las traducciones antiguas de la Biblia al latín, copto, y siriaco, existen entre 15,000 y 20,000 copias. Los primeros pastores y teólogos de la Iglesia cristiana, quienes han sido llamados en la literatura histórica los «padres de la Iglesia», citan la Biblia constantemente en sus escritos. El erudito Jacobus H. Petzer escribe: “Tan extensas son las citas que si todas las otras fuentes que tenemos para el conocimiento del texto del Nuevo Testamento se destruyeran, [las citas] serían suficientes por ellas mismas para la reconstrucción de prácticamente todo el Nuevo Testamento”.
El consenso de la Iglesia cristiana ha sido que la multitud de manuscritos antiguos son evidencia más que suficiente de que Dios se encargó de preservar la totalidad de su Palabra a través de múltiples documentos que fueron copiados por hombres que tenían un alto respeto por las Escrituras, y por lo tanto, aunque hay variaciones entre los manuscritos, su unidad es impresionante. De hecho, las variaciones significativas representan el 1% del texto.
¿Podemos confiar en las traducciones de la Biblia?
El texto de la Biblia está bastante bien establecido. La ciencia de la crítica textual se ha encargado de recopilar la gran mayoría de los manuscritos en existencia, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, para de allí traducir la Biblia a incontables idiomas.
Es importante recalcar que no hay traducción de la Biblia que sea perfecta. Si bien Dios inspiró a los escritores originales, guiándolos para escribir sin error, nunca en las Escrituras se nos dice que los traductores de la Biblia hacen su labor sin error. Es por esto que las versiones de la Biblia son actualizadas cada cierto tiempo, buscando siempre la mayor precisión a los manuscritos antiguos, tomando en cuenta que los idiomas modernos cambian constantemente.
Si no hay traducción perfecta de la Biblia, ¿qué buscamos en una traducción, entonces? En una palabra: fidelidad. Las versiones de la Biblia que son fieles a los manuscritos hebreos, arameos, y griegos, son las mejores traducciones.
¿De dónde se traducen las Biblias al español?
Antes de 1966, todas las versiones en español del Nuevo Testamento se traducían del textus receptus (asociado con el «texto bizantino», también llamado «texto mayoritario»), una compilación de manuscritos griegos basada en aquella producida por Erasmo de Rotterdam, quien vivió en 1466-1536 d. C. La obra de Erasmo fue la base para revisiones posteriores de su texto, en los cuales se basaron las traducciones de la Biblia hechas desde el tiempo de la Reforma hasta hace algunos años.
En 1966 se publicó el texto crítico de las Naciones Bíblicas Unidas, llamado el Novum Testamentum Graece, el cual incorpora los manuscritos griegos más antiguos que han sido descubiertos en los últimos años, los cuales Erasmo no tenía a su disposición, y por lo tanto no están incluidos en el textus receptus. La gran mayoría de las Biblias modernas, incluyendo la Nueva Versión Internacional, basan su traducción en el Novum Testamentum Graece.
La gran mayoría de los pastores y eruditos evangélicos consideran que el Novum Testamentum Graece es el texto griego más confiable, ya que incluye los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento que se han descubierto. Para el Antiguo Testamento, la mayoría de las versiones modernas usan la Biblia Hebraica Stuttgartensia, considerado el mejor texto crítico del Antiguo Testamento.
¿Por qué hay diferencias entre las versiones de la Biblia?
Las traducciones de la Biblia al español tienen diferencias entre sí, las cuales se deben a algunas razones sencillas. Una de ellas es que hay frases en el hebreo y griego que son difíciles de traducir al español, por lo tanto los traductores difieren entre sí de la mejor manera de traducir estas frases.
Otra razón se debe a la filosofía de traducción. Algunas versiones prefieren traducir la Biblia lo más literal posible, mientras que otras traducciones prefieren hacer traducciones dinámicas, mientras que otras optan por la paráfrasis.
Vale la pena mencionar una última razón, que quizás sea la más significativa. Las versiones modernas (como la Nueva Versión Internacional) no incluyen algunas frases que sí se encuentran en algunas versiones más antiguas (como la Reina Valera). Esto se debe al texto base. Las versiones modernas tienen el texto crítico como su texto base, mientras que las más antiguas tienen el textus receptus. De nuevo, la mayoría de los eruditos evangélicos conservadores consideran el texto crítico como el más fiel a los manuscritos originales.
Cabe mencionar que las diferencias entre versiones evangélicas no se debe a conspiraciones, sino a sencillas diferencias entre traductores, filosofías de traducción, y el texto griego o hebreo base.
¿Puedo confiar en mi Biblia?
Encontrar una Biblia evangélica cuyos traductores buscaron ser fieles a los manuscritos antiguos es de suma importancia. Como se mencionó anteriormente, cuando se trata de una versión de la Biblia en español, lo más importante es buscar que sea fiel a los mejores manuscritos, ya que estos se basaron en los manuscritos originales.
Sin duda alguna todo creyente puede confiar que la Biblia es lo que dice ser: la Palabra de Dios. La riqueza de fuentes es impresionante, al igual que su cuidadosa transmisión, sin pasar por alto la dedicada traducción que se ha hecho de ella a muchos idiomas, incluyendo el español.
BIBLIOGRAFÍA CORTA:
https://www.gty.org/library/questions/QA176/when-were-the-bible-books-written
https://www.encyclopedia.com/religion/encyclopedias-almanacs-transcripts-and-maps/dead-sea-scrolls
https://www.deadseascrolls.org.il/learn-about-the-scrolls/historical-timeline
Jacobus H. Petzer, “The Latin Version of the New Testament”, Contemporary Research, 126.
Darrel L. Bock y Buist M. Fanning, Interpreting the New Testament Text (Wheaton: Crossway, 2006).
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