Por Russell Fuller y Charles W. Draper
El texto de la Biblia es el mejor atestiguado de todos los escritos antiguos, y podemos estar confiados de que poseemos las palabras originales de las Escrituras. Las copias antiguas de la Biblia suman cientos de miles, mientras que otras obras antiguas se conocen a partir de un solo manuscrito, de unos pocos, o rara vez de algunos cientos. Aunque no sobrevive ningún documento original, la gran cantidad de manuscritos confirman la veracidad del texto. Existen alrededor de 5700 manuscritos griegos del NT (con fechas que se remontan al siglo II d.C.) y miles del AT en hebreo (de los siglos II y III a.C.), algunos copiados dentro de los 200 años posteriores a su edición final. Los manuscritos de otras obras antiguas se encuentran separados de sus originales por períodos de tiempo mucho más prolongados.
Textos del Antiguo Testamento Ningún documento previo a la aparición de la imprenta se copió de manera tan cuidadosa como se hizo con el AT. Los manuscritos se escribieron sobre diversos materiales. Los papiros, hechos de un junco que abundaba en Egipto, se utilizaron desde las épocas más antiguas. Los pergaminos se hacían de cuero de ovejas, cabras y otros animales. El papel, una invención china, (105 d.C.) se comenzó a utilizar en Egipto alrededor del 700 d.C. y en Europa alrededor del 1000 d.C. Los manuscritos del AT estuvieron en rollos hasta el 600 d.C. De allí en más se hizo popular el códice, una forma primitiva de libro.
El testigo más importante del texto antiguo-testamentario se denomina texto masorético. Los escribas, llamados masoretas, estuvieron activos entre el 500 y el 1000 d.C. No fueron innovadores sino preservadores cuidadosos del texto de consonantes, las vocales y los acentos del texto hebreo. La familia más conocida era de la ben Asher, especialmente Moisés y su hijo Aarón, el masoreta más importante.
El Códice de Leningrado Con fecha de 1008 d.C., el Códice de Leningrado era una copia directa del texto de Aarón ben Asher y es la base de la Biblia hebrea actual y de las traducciones más modernas del AT.
El Códice de Alepo El Códice de Alepo (925 d.C.) quizás sea el mejor manuscrito del AT, pero le falta la mayor parte del Pentateuco debido a un incendio ocurrido a fines de la década de 1940. Salomón ben Buya copió el texto (consonantes) y Aarón ben Asher proveyó las vocales. Este Códice es la base de un nuevo AT hebreo crítico que está produciendo la Universidad Hebrea en Jerusalén.
El Códice Cairensis El Códice Cairensis (896 d.C.), copiado por Moisés ben Asher, contiene los Profetas Anteriores y Posteriores. Los cruzados los tomaron de manos de los judíos karaites de Jerusalén y posteriormente se los devolvieron a los karaites de El Cairo, Egipto.
Los Rollos del Mar Muerto Descubiertos entre 1947 y 1961 en cuevas cercanas al Mar Muerto, los Rollos del Mar Muerto (aprox. 250 a.C.–70 d.C.) son alrededor de 40.000 fragmentos de 600 a 1000 rollos (200 son del AT). Se remontan a 800–1000 años antes de las fechas de los manuscritos más antiguos existentes hasta ese momento. La mayoría son cercanos al texto masorético, pero algunos siguen a la Septuaginta o al Pentateuco Samaritano. Los Rollos del Mar Muerto dan testimonio de la transmisión cuidadosa del texto antiguo-testamentario y de la confiabilidad del texto masorético.
El Pentateuco Samaritano El Pentateuco Samaritano se originó alrededor del siglo V a.C. y se transmitió independientemente del Texto Masorético, del que difiere en unos 6000 lugares. Provee algunos detalles adicionales, armonizaciones y teología sectaria. Los manuscritos más antiguos datan del siglo XI.
Textos del Nuevo Testamento Los más de 6000 manuscritos de todo o parte del NT griego están escritos en papiro, pergamino o papel. Las categorías incluyen papiros, unciales (escritura similar a las letras mayúsculas), minúsculos (escritura cursiva minúscula) y leccionarios (textos en cursiva designados para lectura durante la adoración). El texto se transmitió en varios tipos. La mayoría de los eruditos cree que el alejandrino es el más antiguo y cercano al original, seguido por el occidental, el cesáreo y el bizantino o koiné que es la forma más tardía.
Papiros Solo 4 de 115 papiros provienen de rollos; el resto es de códices. Ninguno cubre el NT completo. Los papiros preservan un texto muy antiguo y preciso ya que muchos datan de los siglos II y III. Algunos manuscritos importantes en papiros incluyen:
P52: El fragmento más antiguo del NT griego (110–125 d.C.); contiene Juan 18:31-33,37-38. Puesto que Juan escribió su evangelio entre el 90–95 d.C., es probable que el P52 refleje el texto original de Juan.
P45, P46, P47: Papiro Chester Beatty (conseguido en 1930–1931). Constituido por 30 hojas (principios del siglo III), el P45 contiene secciones de los Evangelios y Hechos. El P46, aprox. 200 d.C., de 86 hojas, incluye las cartas paulinas y Hebreos (colocado después de Romanos). El P47 (mediados del siglo III) posee 10 hojas, Apoc. 9:10–17:2.
P66, P72, P74, P75: Papiro M. Martin Bodmer, publicado entre 1956 y 1962. El P66, aprox. 200 d.C., contiene la mayor parte de Juan. El P72, aprox. 250 d.C., incluye 1–2 Pedro y Judas. El P74, aprox. 750 d.C., contiene porciones de Hechos, Santiago, 1–2 Pedro, 1–3 Juan y Judas. Con fecha de alrededor del 200 d.C., el P75 posee grandes porciones de Juan 1–15 y Lucas 3–24. Esta es la copia más antigua de Lucas y una de las primeras de Juan.
Unciales Solo cerca de una quinta parte de los 309 unciales posee secciones extensas del NT. Ocupan el segundo lugar en importancia después de los papiros. Los unciales importantes incluyen:
Sinaítico (a, 01): Descubierto en 1859 en el Convento de Santa Catalina en el Monte Sinaí por Constantin von Tischendorf, el Sinaítico (siglo IV) es el único uncial que contiene todo el NT griego. El texto está en alejandrino temprano y en algunos lugares en occidental.
Vaticano (B, 03): El Vaticano (siglo IV) contiene la mayor parte del NT excepto 1–2 Timoteo, Tito, Filemón, Heb. 9:14–13:25 y Apocalipsis, y es uno de los testigos más importantes del texto neotestamentario al reflejar un texto muy parecido al del P75.
Alejandrino (A, 02): El Alejandrino (siglo V) contiene la mayor parte del NT excepto Mat. 1–24, porciones de Juan 6–8 y 2 Cor. 4–12. Es un importante testimonio alejandrino fuera de los Evangelios (en los Evangelios es bizantino) y uno de los mejores textos de Apocalipsis.
Minúsculos Escrituras en letra cursiva minúscula (siglos IX–XVII), los minúsculos reflejan el texto bizantino pero preservan algunas lecturas originales. Se han catalogado más de 2800 minúsculos.
Familia 1: Constituido por cuatro manuscritos de los siglos XII a XIV (1, 118, 131, 209), la Familia 1 representa un texto cesareo de los siglos III–IV.
Familia 13: Colección de aproximadamente 12 manuscritos de los siglos XI–XV; tiene afinidades con el tipo de texto cesareo.
Ms 33: El Ms 33 (siglo IX) contiene todo el NT excepto Apocalipsis. En general alejandrino, muestra la influencia del bizantino en Hechos y las cartas paulinas.
Ms 81: El Ms 81 (1044 d.C.) contiene Hechos y las epístolas, y en Hechos a menudo concuerda con el texto alejandrino.
Ms 1739: El Ms 1739 (siglo X) contiene Hechos y las epístolas y aparentemente sigue un manuscrito del siglo IV, excepto en Hechos donde el escriba se lo atribuye a Orígenes (aprox. 250 a.C.). El Ms 1739 preserva un texto alejandrino relativamente puro.
Leccionarios Los leccionarios son manuscritos minúsculos que distribuyen el texto del NT en lecturas correspondientes a cada domingo del año litúrgico. Se han catalogado más de 2400 leccionarios. Aunque la mayoría son tardíos, los eruditos están descubriendo que probablemente preservan una forma de texto que se remonta a una época mucho más temprana a la fecha en que se copió el manuscrito.
Versiones del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento Debido a la antigüedad que poseen, algunas versiones (traducciones) antiguas son importantes para establecer el texto original de la Biblia. Las versiones importantes incluyen:
La Septuaginta (LXX) Primera traducción del hebreo al griego (aprox. 280–100 a.C.), la LXX es el testimonio no hebreo más importante del AT. Algunos libros como Génesis y Salmos son traducciones literales. Otros, como Isaías, son más libres. La Septuaginta generalmente representa el texto masorético, pero existen diferencias que a veces son significativas (en Jeremías y Ezequiel). Algunos libros preservan un texto más exacto que el masorético, especialmente Samuel y Reyes.
Los Targums Según la tradición, los targums, traducciones arameas del AT, comenzaban con Esdras (Neh. 8:8), y entre los Rollos del Mar Muerto hay porciones de Job y Levítico. Los targums son importantes porque proveen una interpretación tradicional que se daba en la sinagoga como así también porque dan testimonio del texto hebreo. Algunos son bastante literales y otros son perifrásticos.
La Peshitta Traducción siríaca (un dialecto del arameo) del AT y el NT (siglos V–VI d.C.), la Peshitta generalmente sigue al texto masorético en el caso del AT. En el NT sigue varios tipos de texto. El NT contiene 22 libros solamente, y excluye2 Pedro, 2–3 Juan, Judas y Apocalipsis.
La Vulgata La Vulgata Latina (383–405 d.C.) fue obra de Jerónimo, el primer lingüista de la iglesia en su época. Constituyó la Biblia de la Iglesia Occidental durante más de 1000 años. Jerónimo tradujo el AT masorético al latín y aún existen más de 8000 manuscritos latinos. Utilizó manuscritos en latín y varios en griego. Sus manuscritos griegos parecen haber sido una mezcla de diversos tipos de texto. Ver Crítica textual; Textus receptus.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto de Tim Wildsmith en Unsplash
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