PARTE IV
Otros temas escatológicos
Otros temas debatidos por estudiosos de escatología incluyen (como señalamos antes) la venida de Cristo. El tema aquí es si se puede discernir que el retorno de Cristo se produce en dos segmentos o no: uno para buscar a la iglesia y otro para establecer Su reino, o si hay solo un retorno de Cristo para establecer el reino.
Otra cuestión gira en torno a la naturaleza y el número de los juicios. Al menos tres pasajes de las Escrituras enfocan el tema de los juicios finales. Primera Corintios 3:11-15 parece vislumbrar un juicio para creyentes que también se menciona en Rom. 14:10 y 2 Cor. 5:10, y se lo llama “tribunal de Cristo”. Mateo 25:31-46 registra las palabras de Jesús que aluden al juicio de “la ovejas y los cabritos”. El pasaje de Apoc. 20:11-15 ha sido llamado “el juicio del gran trono blanco” y parece centrar la atención en el juicio de los perdidos. Los amilenialistas y algunos premilenialistas tienden a creer que todos estos juicios son simplemente diferentes escenarios del juicio final de todos los hombres. Por otra parte, otros premilenialistas argumentan que hay tres juicios separados: el tribunal de Cristo que representa el juicio inmediatamente después del arrebatamiento de la iglesia previo a la tribulación. Es un juicio solo para creyentes, y tiene que ver con la entrega de recompensas. Por otra parte, el juicio de las ovejas y los cabritos de Mat. 25 es una determinación efectuada por el Señor al concluir la tribulación con respecto a quiénes entran en la era del milenio o la edad del reino. Las ovejas entran; los cabritos son excluidos. Sin embargo, el juicio del gran trono blanco tiene lugar al final de los tiempos y solo serán juzgados los incrédulos.
Hay un tema final vinculado al destino eterno. La Biblia deja suficientemente claro que aquellos que no se encuentran en el libro de la vida serán arrojados al lago de fuego o al infierno. Los justos, por el contrario, son admitidos al cielo. Hay pocos cristianos evangélicos que cuestionan la existencia del cielo o la vida eterna. Sin embargo, la posibilidad de un lugar de castigo que proporcione sufrimiento para toda la eternidad ha demostrado ser una concepción intolerable para algunos teólogos de la actualidad. Por lo tanto, teólogos tan importantes como John Stott y Clark Pinnock han argumentado que los perdidos son arrojados al infierno donde, después de un período de sufrimiento por sus pecados, son aniquilados. La mayoría de los eruditos evangélicos consideran que la aniquilación es incongruente con el testimonio de la narrativa bíblica. Aquellos que están de acuerdo señalan que, si las palabras usadas para describir el infierno no se deben tomar literalmente, entonces es difícil imaginar que las que se utilizan para describir el cielo deban ser tomadas de otra forma.
Conclusión
La escatología se ha convertido con demasiada frecuencia en un campo de batalla más que en un oasis de esperanza en el desierto de la vida. Las actitudes hacia el estudio de la escatología se extienden desde una preocupación exclusiva por tales asuntos hasta el deseo de evitar totalmente el tema al considerar que ha causado demasiadas disputas y que es excesivamente complejo. Ninguno de los enfoques parece ser suficientemente sanos. El objeto de la información que se da en la Biblia sobre la escatología pareciera ser no tanto proporcionar cada detalle sino crear esperanza y expectativa mientras la iglesia aguarda la llegada de “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador, Jesucristo” (Tito 2:13).
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Tom Barrett, en Unsplash
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