Por Robert B. Sloan
Discípulo
Seguidor de Jesucristo, especialmente los doce elegidos que siguieron a Jesús durante Su ministerio terrenal. El término “discípulo” proviene de una raíz latina. Su significado primario es “aprendiz” o “pupilo”. El término prácticamente no se encuentra en el AT, aunque hay dos referencias relacionadas (1 Crón. 25:8; Isa. 8:16).
En el mundo griego, la palabra “discípulo” normalmente se refería al adherente a un maestro particular o de una escuela religiosa/filosófica. La tarea del discípulo era aprender, estudiar y transmitir los dichos y las enseñanzas del maestro. En el judaísmo rabínico, el término “discípulo” se refería a alguien que estaba dedicado a las interpretaciones de la Escritura y la tradición religiosa que le había enseñado el maestro o rabino. A través de un proceso de aprendizaje que incluía un tiempo de reunión formal y métodos pedagógicos como preguntas y respuestas, instrucción, repetición y memorización, el discípulo crecería en su devoción al maestro y sus enseñanzas. A su tiempo, el discípulo también transmitiría las tradiciones a otros.
Los Evangelios se refieren con frecuencia a Jesús como “Maestro” (Rabbi) (Mat. 26:25,49; Mar. 9:5;10:51; 11:21; Juan 1:38,49; 3:2,26; 6:25; 20:16). Se supone que Jesús utilizó técnicas rabínicas tradicionales de enseñanza (preguntas y respuestas, discusión, memorización) para instruir a sus discípulos. Él era diferente de los rabinos en muchos aspectos. Invitó a sus discípulos con la palabra “sígueme” (Luc. 5:27). Los discípulos de los rabinos podían seleccionar a sus maestros. Jesús a menudo exigió niveles extremos de entrega personal (pérdida de familia, propiedades, etc.; Mat. 4:18-22; 10:24-42; Luc. 5:27,28; 14:25-27; 18:28-30). Pidió lealtad absoluta (Luc. 9:57-62) como el medio fundamental para hacer la voluntad de Dios (Mat. 12:49-50; Juan 7:16-18). Enseñó más como portador de la revelación divina que como eslabón en la cadena de la tradición judía (Mat. 5:21-48; 7:28,29; Mar. 4:10,11). Así fue que Jesús anunció el final de los tiempos y el largamente esperado reino de Dios (Mat. 4:17; Luc. 4:14-21,42-44).
Los Doce
Como vocero mesiánico del reino de Dios, Jesús reunió a un círculo especial de doce discípulos, una representación claramente simbólica de las doce tribus (Mat. 19:28). Al hacerlo estaba redefiniendo la identidad social judía sobre el fundamento del discipulado en relación a Jesús. Los Doce representaron un grupo único, haciendo de la palabra “discípulo” (como una referencia a los doce) un equivalente exacto a “apóstol” en aquellos contextos donde la última palabra también estaba limitada a los Doce. Las cuatro listas de los Doce en el NT (Mat. 10:1-4; Mar. 3:16-19; Luc. 6:12-16; Hech. 1:13,26) también implican en sus contextos el uso sinónimo de los términos “discípulos” / “apóstoles” cuando se utiliza para referirse a los Doce.
Un grupo más grande de seguidores
Los Evangelios demuestran claramente que la palabra “discípulo” puede aplicarse a otros aparte de los Doce. El verbo “seguir” se convirtió en un tecnicismo que Jesús usó para llamar a sus discípulos, quienes luego fueron llamados “seguidores” (Mar. 4:10). Estos incluían a una gran cantidad de personas de entre las cuales se seleccionó a los Doce (Mar. 3:7-19; Luc. 6:13-17). Este grupo más amplio de discípulos incluía a una gran variedad de hombres y mujeres (Luc. 8:1-3; 23:49). (Incluso en el grupo de los Doce había diversidad: pescadores, un recaudador de impuestos y un zelote). Sin duda Jesús era sumamente popular entre los marginados sociales y los despreciados por la religión, aunque también lo seguían algunos ricos y personas con trasfondo teológico (Luc. 8:1-3; 19:1-10; Juan 3:1-3; 12:42; 19:38,39).
Los Doce fueron enviados como representantes de Jesús, comisionados para predicar la venida del reino, echar fuera demonios y curar las enfermedades (Mat. 10:1,5-15; Mar. 6:7-13; Luc. 9:1-6). Estas tareas no estaban limitadas a los Doce (Luc. 10:1-24). Aparentemente los discípulos de Jesús al comienzo incluían a “una gran multitud de gente” (Luc. 6:17). Jesús formó a ciertos grupos más pequeños y más específicamente definidos dentro de esa “gran multitud”. Estos grupos más pequeños incluían a un grupo de “70” (Luc. 10:1,17), a los “Doce” (Mat. 11:1; Mar. 6:7; Luc. 9:1), y quizás a un grupo aún más pequeño, dentro de los doce, integrado especialmente por Pedro, Jacobo y Juan, cuyos nombres (junto con Andrés) siempre aparecen primeros en las listas de los Doce (Mat. 10:2; Mar. 3:16,17; Luc. 6:14; Hech. 1:13), cuyos llamados se destacan de modo especial (Mat. 4:18-22; Juan 1:35-42 y la tradición de que Juan es “el otro” / “discípulo amado” del Evangelio de Juan: 13:23; 19:26; 20:2; 21:20), y fueron los únicos que acompañaron a Jesús en algunas ocasiones especiales de sanidad y revelación (Mat. 17:1; Mar. 13:3; Luc. 8:51).
Todos los seguidores de Jesús
El libro de Hechos de los Apóstoles frecuentemente utiliza “discípulo” para referirse de manera general a todos aquellos que creen en el Señor resucitado (6:1,2,7; 9:1,10,19,26,38; 11:26,29). Además, la forma del verbo “discipular” como aparece en la escena de la gran comisión del Evangelio de Mateo (28:19,20), también sugiere el uso del término “discípulo” en la iglesia primitiva como un término más generalizado para todos aquellos que respondían a Jesús con fe, luego de haber escuchado y creído en el evangelio.
Conclusión
Como referencia a los Doce entonces, las palabras “apóstol” y “discípulo” podrían ser sinónimos. Sin embargo, así como el término “discípulo” podría referirse a otros seguidores de Jesús además de los Doce en la época de Su ministerio, también después de Su resurrección el término “discípulo” tuvo un significado más amplio y se aplicó claramente a todos sus seguidores. Si bien el término “apóstol” conservó un significado más específico y estuvo ligado a ciertos testigos visuales del Señor resucitado, la palabra “discípulo” tendió a perder sus asociaciones más específicas con los Doce y/o los que siguieron al Jesús histórico o vieron al Señor resucitado, y se convirtió en equivalente de “cristiano” (Hech. 11:26). Sin embargo, en todos los casos el vínculo del significado para las diferentes aplicaciones de la palabra “discípulo” era la lealtad a Jesús.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Pedro Lima, en Unsplash
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