Siete modelos bíblicos de liderazgo

Por  Brooks Faulkner

Como personal de la iglesia o líder del ministerio voluntario, pude aprender lecciones valiosas y únicas de varios personajes bíblicos. Aquí hay siete cuyo liderazgo jugaron un papel importante en la conducción de la iglesia primitiva y la promoción del Evangelio.

1. Pablo: “Cree en algo más grande que tú”.

“Te he designado como luz para los gentiles, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra” (Hechos 13:47). Pablo pensó en sí mismo como nada en el esquema total de las cosas. Estaba completamente subordinado a la voluntad de Dios, y estaba comprometido con una misión específica y significativa. Pablo tuvo valor frente a la oposición porque tenía horizontes ilimitados en su misión. Él creía en sí mismo, pero creía en algo más grande que él, a saber, “Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Corintios 2: 2).

2. Nehemías: “Edifica lo que Dios te ha dado”.

Su liderazgo se construyó no tanto en la ascendencia del linaje judío como en la fidelidad. Él construiría las paredes en la fe. Era oscuro en comparación con otros grandes héroes del Antiguo Testamento, pero la fidelidad lo separó de la mediocridad. Dios le ha dado a cada líder dones específicos. Algunos no son tan visibles; todos son útiles.

3. Joshua: “Trae a la mejor gente a la mesa”.

Josué había estado en la presencia de Dios. Había una teofanía en Josué 5:15: “El comandante del ejército del Señor le dijo a Josué: Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es santo. Y Josué lo hizo”.

Debido a su bendición especial, fue designado como uno con poderes y responsabilidades judiciales en Josué 14: 6-15. Él tenía un lugar especial. Fue valiente como lo indica el escenario de espionaje en Números 13:31.

Probablemente fue la envidia de otros jóvenes líderes. Pero Moisés lo trajo a la mesa de liderazgo porque era la mejor persona para el trabajo. Mi suposición es que él tenía habilidades que el mismo Moisés admiraba, tal vez envidiaba.

4. Barnabas: “Puente de las lagunas de diferentes opiniones”.

Fue apodado “hijo de aliento” (Hechos 4:36). Él unió las brechas entre los mundos griego y judío. Nacido en Chipre y criado levita, vinculó el mundo helenístico y la iglesia de Jerusalén. Incluso cuando Juan Marcos fue severamente excluido por Pablo, Bernabé se paró junto a Juan Marcos.

Fue generoso y eso en sí mismo cierra las lagunas de las personas egoístas y codiciosas si se le da a la gracia de Dios la oportunidad de ser operativo. Vendió su tierra y se la dio al tesoro de la iglesia. No era un tipo de persona “al frente”, sino que permaneció en el fondo como fan y partidario de Pablo. El aspecto más memorable del liderazgo efectivo de un pastor es cuando ha sobrevivido a las polaridades de opiniones diferentes y ha modelado teniendo cada en lado respeto por el otro.

5. Moisés: “Ciega tus ojos a la crítica mezquina”.

Moisés fue visto como el líder paciente de un pueblo con poca fe (Éxodo 16: 8, 16-20). Su iglesia era un pueblo murmurando. Se quejaban y gemían por cada inconveniente (Éxodo 15:24, 16: 2-3). Él se disgustó. Recuerda, golpeó la roca y desobedeció a Dios, pero su paciencia se había agotado. Él ya había tenido suficiente.

 El líder sabio trabajará duro para cegar sus ojos ante la mezquindad de las críticas de los miembros de la iglesia. Si eso no funciona, él los supera. Casi todos los pastores han “golpeado la roca” en un momento u otro; pero luego, al igual que Moisés, el mismo pastor generalmente tiene la capacidad de ver las cosas. Nadie dijo que sería fácil.

6. Elías: “Ata los lazos del amor y el coraje”.

La nomenclatura de hoy lo llama amor duro. Algunos lo llaman una mente dura y un corazón tierno. Elías tenía ambas cosas. Él amaba a Dios. Tuvo el coraje de hablar sobre los males de su día. ¿Dónde está tu Dios?, preguntó. “¡Quizás esté durmiendo y se despierte!” (1 Reyes 18:27).

Su sarcasmo mostró su desdén por los que habían abandonado a Dios. En la vida de cada líder efectivo, hay un tiempo para el amor, pero también un tiempo para el coraje. Puede que no venga rápido. Sin embargo, llegará eventualmente. Si el líder se convierte en un cobarde, perderá su papel de líder. Los líderes efectivos tienen el coraje de hablar incluso cuando es impopular hablar porque hablan la verdad con amor.

7. Pedro: “Regresa después de que te derriben”.

En Mateo 16, Pedro era tanto una “piedra” como un “obstáculo”. Fue bendecido y deshonrado casi en el mismo aliento. Es suficiente para desalentar a cualquier pastor. Tú eres la base. Tú eres el abogado del diablo. Desanimado por la desaprobación de Jesús, pero bendecido por la calidez y el afecto de Jesús. La resiliencia puede ser la piedra angular de un liderazgo efectivo. Un miembro de la iglesia felicita su mensaje del domingo por la mañana, el siguiente se queja de que cite a Carl Jung porque él no es cristiano.