Por Thomas Smothers
Idioma semítico del norte, similar al fenicio y al hebreo. La presencia de este idioma en el noroeste de la Mesopotamia se conoce desde alrededor del 2000 a.C.
Antiguo Testamento Aunque los arameos nunca fundaron un gran imperio ni un estado nacional, ya en el siglo XI a.C. habían establecido varios estados pequeños en Siria, y su idioma se llegó a conocer desde Egipto hasta Persia.
Las inscripciones más remotas del arameo antiguo provienen de Siria de alrededor del 800 a.C. En el siglo IX apareció el arameo oficial o de la realeza. Era un dialecto que se conoció a través de documentos de Asiria y del que se llegó a saber más mediante escritos del Imperio Persa, donde el arameo se había convertido en el idioma oficial de la corte. Antes del 700 a.C., el arameo ya había comenzado a reemplazar al acadio como el idioma del comercio y la diplomacia (2 Rey. 18:26). Los papiros del siglo V de Elefantina, sitio de una colonia judía en Egipto, son importantes para la historia bíblica. El arameo oficial se siguió utilizando en gran manera a lo largo del período helenístico.
Partes del AT se escribieron en arameo: Esd. 4:8–6:18; 7:12-26; Dan. 2:4b–7:28; Jer. 10:11. Dos palabras de Gén. 31:47, Jegar sahadutha (el majano del testimonio) están en arameo. Varias palabras en este idioma se llegaron a utilizar comúnmente en el hebreo, y varios pasajes de la Biblia hebrea exhiben influencia aramea.
Nuevo Testamento La amplia difusión del arameo, junto con su flexibilidad y adaptabilidad, dio como resultado el surgimiento de diversos dialectos. En Siria y Palestina, el grupo occidental incluye el arameo judeo-palestino, el samaritano, el palmirano y el nabateo. En el NT aparecen palabras y frases en arameo judeo-palestino tales como Abba (padre) (Mar. 14:36), talita cumi (niña, levántate) (Mar. 5:41), lama sabactani (¿por qué me has desamparado?) (Mar. 15:34). El Talmud Palestino y los Tárgumes (traducciones al arameo de libros del AT) también se escribieron en arameo judeo-palestino. El grupo oriental (mesopotámico) incluye el babilónico, el arameo judeo-babilónico, el mandeano y el siríaco.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
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