Por Charles W Draper
La crítica textual (en ocasiones llamada “crítica baja”) es el arte y la ciencia de reconstruir el texto de una obra que ya no existe en su forma original. Es importante destacar que la palabra “crítica” no tiene connotación negativa. Se refiere a cuidadosos métodos de estudio y análisis. Cuando se aplica al NT, el objetivo final es determinar con el mayor grado posible de detalle y exactitud, mediante un exhaustivo estudio y comparación de todos los mss. existentes, cuál es el texto original de cada libro. Esto se logra principalmente mediante una comparación de los mss. y la evaluación de datos derivados de dicha comparación. Cotejar consiste en comparar el ms. con un texto base letra por letra y registrar cada diferencia. Se trata de determinar cuál es el texto original mediante una comparación de la mayor cantidad posible de mss. y la determinación de todos los lugares donde difieren (llamados variantes o variantes de lectura). Este proceso de comparación y evaluación es el elemento principal para la reconstrucción del texto original.
Otros objetivos incluyen el seguimiento de la transmisión histórica del texto (establecer el texto que se utilizó en determinados momentos y lugares) y la determinación de las relaciones entre diferentes mss. (a fin de separarlos en grupos, familias y tipos de textos). Esto permite comprender mejor las situaciones y controversias teológicas que se produjeron durante los primeros siglos de la historia cristiana y en el desarrollo de la doctrina cristiana a través del tiempo.
Es importante recordar que antes de la invención de la imprenta, todas las copias de las Escrituras se hacían a mano, y todas las copias manuscritas extensas de un mismo documento difieren entre sí. Ninguna copia manuscrita de ningún libro ni grupo de libros del NT es idéntica a otra. Sin embargo, tenemos motivos ilimitados para creer que cada lectura original ha sobrevivido en algunos mss. Por eso la crítica textual estudia la mayor cantidad posible de mss.
Los mss. del NT griego generalmente contienen un grupo de libros: Evangelios, Epístolas Paulinas, Hechos y Epístolas Generales, o Apocalipsis (que por lo general circulaba de manera independiente).En un momento, menos de 60 mss. contenían la totalidad del texto del NT griego. Existen seis tipos de mss. útiles para establecer cuál es el texto original del NT griego. Los mejores y más antiguos están escritos en papiros. Se han identificado cerca de 115 papiros, muchos de los cuales datan del siglo II. La mayoría posee una breve cantidad de texto, aunque algunos son extensos. Los mss. unciales están escritos con letras de gran tamaño similares a las mayúsculas. Los grandes códices antiguos, el Sinaítico, el Vaticano y el Alejandrino, son mss. unciales. Se han identificado más de 300 mss. unciales que datan de los siglos IV al X. Los papiros y los unciales son las fuentes más importantes. Los mss. “minúsculos” están escritos en un estilo de letra cursiva que se desarrolló después del siglo VIII. Se conocen más de 2800 minúsculos que datan de los siglos IX al XVI. Los leccionarios son textos del NT arreglados según un esquema de lecturas anuales para la adoración colectiva. Datan de los siglos VIII al XVI, pero algunos son valiosos ya que fueron copiados de un ejemplar mucho más antiguo. Mediante un estudio de sus citas de la Biblia, se han clasificado más de 2400 leccionarios. Es posible determinar los textos que utilizaron los primeros padres de la iglesia. Como algunos de estos textos son bastante antiguos, constituyen una fuente muy valiosa. Las primeras traducciones del NT griego a otras lenguas (versiones) pueden resultar muy útiles ya que se tradujeron a partir de mss. antiguos que ya no existen. Entre las versiones antiguas más importantes se incluyen las escritas en latín, siríaco, copto, armenio, georgiano, etíope y eslavo.
Una familia o grupo de mss. tiene una ilación bastante estrecha y exhibe similitudes asombrosas análogas a un parecido entre familiares. Un tipo de texto posee una base más amplia con patrones definidos de lecturas comunes. Los tipos textuales se desarrollaron en determinadas regiones donde ejemplares similares se utilizaron en reiteradas ocasiones para copiar el NT. Se han identificado cuatro tipos de textos.
El tipo de texto alejandrino (egipcio), que la mayoría de los eruditos considera el mejor y más antiguo, se origina en la labor de escribas bien entrenados que vivieron en los alrededores de Alejandría, Egipto, durante el siglo II. Los mejores papiros más antiguos y los primeros mss. en pergamino son de esta clase. El tipo de texto occidental también se originó en el siglo II y tuvo amplia difusión. Se caracteriza por presentar adiciones y paráfrasis que señalan un proceso de copia más libre y menos estricto. El texto occidental de Hechos es aprox. un 10% más extenso que el alejandrino. El tipo de texto cesariano probablemente se haya originado cuando el padre de la iglesia, Orígenes (siglo III), llevó consigo los textos egipcios desde Alejandría a Cesarea en Palestina y más tarde a Jerusalén, donde se utilizaron como ejemplares para copiar el NT griego. El cesariano tiende a mezclar versiones que son claramente alejandrinas y occidentales. Es el menos homogéneo de todos los tipos de texto y algunos eruditos cuestionan su existencia.
El tipo de texto más tardío es el bizantino (también llamado koiné, sirio o antioqueño), que no apareció hasta fines del siglo IV. Los mss. Bizantinos más antiguos que aún existen pertenecen al siglo V. Según una versión del NT griego realizada por Luciano de Antioquía en Siria a fines del siglo III, el texto bizantino combinaba deliberadamente elementos correspondientes a tipos de texto más antiguos (práctica denominada refundición de versiones). Luciano y otros editores posteriores deseaban producir un texto completo, unificado y fácil de leer. Para la época en que se originó el tipo de texto bizantino, los otros tipos ya estaban establecidos, hecho que queda demostrado por ausencia de versiones marcadamente bizantinas en mss. anteriores. Por lo tanto, el texto bizantino es de índole secundaria. Solo en muy raras ocasiones (dos) una versión claramente bizantina privilegia una lectura original por sobre otros tipos de texto. El bizantino está representado en la gran mayoría de los mss. Del NT que sobrevivieron y se convirtió en la versión estándar de las iglesias ortodoxas griegas. Esta estandarización y preponderancia de los mss. Bizantinos se produjo principalmente porque la iglesia de Occidente abandonó el griego para utilizar el latín. Las iglesias del este continuaron utilizando la lengua griega y el NT griego se siguió copiando en este idioma. La existencia de una gran cantidad de estos mss. no significa que sean mejores ni que representen el texto original. Evidentemente no es así. Los mss. deben ser estimados por el valor y no la cantidad. Una gran cantidad de mss. de mala calidad no implica que el texto sea mejor.
Las variantes en la lectura solo se producen en un 5% del texto griego del NT y, por lo tanto, todos los mss. coinciden en un 95%. Solo unas 2100 variantes se pueden considerar “significativas” yen ningún caso cuestionan o ponen en duda la doctrina cristiana. Solo se cuestiona el 1,67% de la totalidad del texto griego del NT. Esto nos asegura que el actual texto ecléctico o crítico del NT griego (un texto ecléctico o crítico es el que se basa en el estudio de la mayor cantidad posible de mss.) se ha confirmado en más del 99% de su contenido. En realidad, hay más variaciones entre algunas traducciones de la Biblia al español que entre los mss. del NT griego. La Palabra de Dios es infalible e inerrante en sus copias originales (mss.), que han desaparecido en su totalidad. Los críticos textuales del NT griego continuarán su labor hasta que, si es posible, quede establecida sin lugar a dudas la lectura original de cada porción cuestionada.
Los críticos textuales trabajan en función de ciertos procedimientos llamados “cánones de crítica textual”. Las variantes en la lectura se clasifican en intencionales o involuntarias y significativas o insignificantes. La inmensa mayoría de las variantes son involuntarias e insignificantes, y tienen que ver con disparidades ortográficas. Las variantes de lectura importantes de los mss. se evalúan mediante un estudio de la evidencia interna (literaria) relacionada con ese ms. en particular (por ej. prácticas y cuestiones estilísticas de los escribas), y de la evidencia externa (histórica) (por ej. fecha, distribución geográfica y relación con otros mss.). Las variantes involuntarias pueden ser resultado de errores de visión, audición, falta de concentración o criterio del escriba. Las variantes intencionales generalmente se producen cuando el copista pensó que mejoraba el texto al realizar cambios ortográficos o gramaticales, cambios para uso litúrgico (adoración), cambios al corregir la geografía o la historia, o al armonizar pasajes paralelos (especialmente en los Evangelios Sinópticos). En ocasiones, las citas del AT se ampliaban y se agregaban complementos naturales (por ej. cambiar Jesús por Señor Jesús o Señor Jesucristo). En alguna ocasión los cambios se realizaban por cuestiones doctrinales. La mayoría procuraba que el texto fuera más ortodoxo (según lo que el escriba interpretaba como ortodoxia). Esta explicación puede parecer poco ortodoxa, pero en general, los copistas eran muy escrupulosos y cuidadosos en cuanto a ser fieles al texto que estaban copiando.
Al evaluar la evidencia interna, el factor clave quizás consista en determinar qué versión explica mejor la existencia de otras lecturas. Por lo general se prefiere la versión más difícil ya que es probable que los escribas intentaran que la lectura fuera más fácil de entender y no más complicada. También se prefieren las versiones más breves ya que era bastante más frecuente la adición de texto que la exclusión. Al considerar la evidencia externa, generalmente se prefieren los mss. más antiguos porque son resultado de un proceso de copiado más corto y, por lo tanto, más fiel al original. El lugar de origen, si se conoce, es importante, como así también las afinidades textuales con las diferentes familias de mss. y tipos de texto. Cuanta mayor distribución geográfica haya tenido determinada versión en la antigüedad, mayor es la probabilidad de que sea original. Se considera toda la evidencia, se evalúan versiones de mss. pertenecientes a todo tipo de textos y se decide cuál es la probable versión original. La crítica textual es una ciencia pero también un arte, y la subjetividad no puede eliminarse por completo. Por eso, los críticos textuales trabajan en cooperación a fin de tomar en cuenta todas las perspectivas y para que las parcialidades inevitables no determinen el resultado final.
Existen dos NT griegos críticos que se utilizan comúnmente: el de Nestle-Aland (actualmente en la 27ª edición: N/A27) y el de Sociedades Bíblicas Unidas (actualmente en la 4ª edición revisada: UBS4). El NT de Nestle-Aland se inició con el trabajo de Erwin Nestle a fines del siglo XIX, labor que fue continuada luego por su hijo Eberhard. Más tarde, Kurt Aland y una comisión se hicieron responsables de dicho NT. En 1966, Sociedades Bíblicas Unidas produjo una edición del NT griego para que fuera utilizada principalmente por estudiantes y traductores. Desde 1979, el texto de estos dos NT griegos ha sido el mismo y supervisado por la misma comisión. La diferencia reside en el aparato crítico que los acompaña. En un aparato crítico, las variantes de lectura importantes y la evidencia que las apoya se colocan al pie de cada página para que cada estudiante del NT griego pueda evaluarla. El aparato crítico del N/A27 contiene más variantes y es, por lo tanto, más útil para los eruditos. El del UBS4 contiene menos variantes pero proporciona más evidencias sobre cada una de ellas, y esto lo convierte en más útil para estudiantes y traductores. En el UBS4, las lecturas del texto en los lugares donde hay variantes se califican según el grado de certeza (A, B, C, D) mediante el voto de la comisión editorial.
A medida que se recopilan y comparan más mss., la información se ingresa en bases de datos para evaluar la posibilidad de incorporarla en futuras ediciones del NT griego. Un gran esfuerzo internacional denominado Proyecto del Nuevo Testamento Griego Internacional (International GreekNew Testament Project) trabaja actualmente en una nueva edición crítica del NT griego. El trabajo es coordinado por muchos reconocidos eruditos, entre ellos el Dr. Bill Warren, Director del Centro de Estudios Textuales del Nuevo Testamento (Center for New Testament Textual Studies) del Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleáns. El Centro de Nueva Orleáns lidera este esfuerzo. Hay más copias de todo o parte del NT griego que de cualquier otro texto antiguo (aprox. 5700). Eruditos de otros tipos de literatura antigua desearían poder acreditar de manera tan completa los textos que estudian como sucede con el texto del NT griego, pero no lo logran porque solo cuentan con pocas copias que sobrevivieron o, en el mejor de los casos, algunos cientos. Por lo tanto, el texto griego del NT es el documento antiguo mejor acreditado y más preciso que existe. Podemos estar seguros de que la Biblia que utilizamos, basada en los textos críticos del NT griego y el AT hebreo, es la verdadera Palabra de Dios.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Mick Haupt, en Unsplash
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