Por Paul E. Robertson
Término técnico y escatológico referido al estado final y perfeccionado del universo creado. Con frecuencia se lo relaciona con el concepto de tierra nueva.
La promesa de una re-creación de los cielos y la tierra surgió como consecuencia del pecado humano y la consiguiente maldición de Dios (Gén. 3:17). La esperanza bíblica para el hombre está ligada a la convicción de que las personas no pueden ser completamente libres del poder del pecado sin la redención del orden creado: tanto la tierra como los cielos. La idea de un universo renovado aparece en muchos pasajes de la Biblia (Isa. 51:16; Mat. 19:28; 24:29-31; 26:29; Mar. 13:24-27,31; Hech. 3:20-21; Rom. 8:19-23; 2 Cor. 5:17; Heb. 12:26-28; 2 Ped. 3:10-13). No obstante, la frase “cielos nuevos” se encuentra solo en cuatro (Isa. 65:17; 66:22; 2 Ped. 3:13; Apoc. 21:1).
En varios lugares la Biblia describe la naturaleza de los “nuevos cielos y nueva tierra”. En primer lugar, Dios es la causa de esta nueva creación (Isa. 65:17; 66:22; Apoc. 21:22). En Heb. 12:28 se describe el nuevo cielo y la nueva tierra como un “reino inconmovible” e imperecedero (Isa. 66:22). En 2 Ped. 3:13 vemos que en el nuevo cielo y la nueva tierra “mora la justicia”.
En Apocalipsis, la naturaleza del nuevo cielo y la nueva tierra tiene un marcado contraste con el antiguo cielo y la antigua tierra. La palabra griega que se traduce “nueva” designa algo que ya existe pero que ahora aparece de una manera nueva: el nuevo mundo es el antiguo mundo trasformado gloriosamente. La condición de pureza (Apoc. 21:27) y de liberación de la ira de Dios (Apoc. 22:3) son señales del nuevo cielo y la nueva tierra. Además, el nuevo mundo está signado por la perfecta comunión de los santos entre sí y con Dios. Él y Su pueblo moran juntos en una nueva era (21:1,3). Es claro que Dios creará un nuevo orden al final de la historia, pero los eruditos están en desacuerdo respecto a cuándo va a ocurrir esto dentro de los sucesos vinculados con el fin de los tiempos. Hay dos opiniones principales. Primero, el nuevo cielo y la nueva tierra se crearán inmediatamente después de la segunda venida de Cristo. Pero hay desacuerdo incluso entre quienes sostienen esta opinión. Algunos piensan que la creación del nuevo cielo y la nueva tierra ocurrirán inmediatamente después del juicio del “gran trono blanco”. Por lo general, los amilenialistas adhieren a esta teoría. Algunos premilenialistas asocian la creación del nuevo cielo y la nueva tierra con el comienzo del reino milenial de Cristo. Un segundo punto de vista que los premilenialistas sostienen con frecuencia es que el nuevo cielo y la nueva tierra se crearán al final del reinado milenial de Cristo.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto por Maria Lupan, en Unsplash
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