Por C. Robert Marsh
Abstención de ingerir alimentos. La Biblia describe tres formas principales de ayuno. El ayuno normal que implica la total abstinencia de alimentos. Lucas 4:2 revela que Jesús “no comió nada”, y que después “tuvo hambre”. Jesús se abstuvo de comer, pero no de beber agua.
En Hech. 9:9, leemos de un ayuno absoluto en el que Pablo “no comió ni bebió” durante tres días. La abstinencia de alimentos y agua no parece haber durado más de tres días (Esd. 10:6; Est. 4:16).
El ayuno parcial en Dan. 10:3 enfatiza una restricción en la dieta más que una abstinencia completa. El contexto indica que existía algún beneficio físico como resultado de este ayuno parcial. No obstante, el versículo indica que Daniel recibió una revelación como resultado de ese período de ayuno.
Ayunar es dejar de lado el alimento durante un período de tiempo en que el creyente procura conocer a Dios mediante una experiencia más profunda (Isa. 58; Zac. 7:5). Debe llevarse a cabo ante Dios, en la privacidad de la devoción personal (Ex. 34:28; 1 Sam. 7:6; 1 Rey. 19:8; Mat. 6:17).
Se lo vincula con un momento de confesión (Sal. 69:10). Puede ser un período de búsqueda de una más honda experiencia de oración y mayor proximidad a Dios mediante oración continua (Esd. 8:23; Joel 2:12). La iglesia primitiva ayunaba con frecuencia a fin de conocer la voluntad de Dios para el liderazgo de la iglesia local (Hech. 13:2). Cuando la iglesia primitiva quería conocer la mente de Dios, dedicaba tiempo al ayuno y la oración.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto de Debby Hudson en Unsplash
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