Por M. Stephen Davis
Descripción que hace el AT de la reacción de Dios ante situaciones humanas. El verbo hebreo nacham expresa un fuerte contenido emocional que quizás aluda a un profundo suspiro de aflicción o alivio. Debe observarse que, si bien “arrepentirse” no es siempre la mejor traducción para nacham, fue la que se usó en la RVR1960. Algunas traducciones posibles son arrepentirse (Jer. 18:8,10), sentir pesar (Gén. 6:7 LBLA), moverse a misericordia (Jue. 2:18), retractarse (Sal. 110:4 LBLA) y tener compasión (Sal. 106:45 NVI). Por lo tanto, el concepto de arrepentimiento divino también debe incluir la acción de Dios de retractarse, Su pesar, misericordia y compasión.
El arrepentimiento de Dios no se limita a solo parte del AT sino que puede encontrarse a lo largo de la Ley, los Profetas y los Escritos. Este arrepentimiento se convirtió en el credo de Israel junto con otros atributos de Dios como la gracia, la misericordia, la compasión, la lentitud para la ira y el gran amor vinculado al pacto (comp. Joel 2:13; Jon. 4:2).
El arrepentimiento de Dios era generalmente en respuesta a acciones de Sus criaturas como desobediencia humana (Gén. 6:6,7), oración intercesora (Amós 7:1-6) o arrepentimiento (Jon. 3:6-10). En muchas ocasiones se dice que Dios decidió no castigar como lo había planeado hacer (Ex. 32:12,14; Jon. 3:10). Una vez se menciona que Dios cambió de parecer (Jer. 18:10) con respecto al bien que había determinado.
El arrepentimiento de Dios es importante para entender el papel de la oración y ciertos atributos divinos como inmutabilidad, eternidad y lo infranqueable de Su persona. El Dios que se arrepiente tiene libertad de responder las oraciones y de interactuar con las personas. Esta libertad es parte de Su infinita inmutabilidad.
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto de Damian MarkuttHire en Unsplash
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