Por Pete Schemm
Evento en que Dios en forma instantánea extrae a la iglesia del mundo. El término latino rapio, que significa “arrebatar” o “llevarse”, es el origen de la palabra española “rapto”, que también se utiliza para referirse a este suceso. Si bien hay diferentes puntos de vista con respecto al milenio (Apoc. 20:2-7) en su relación con la segunda venida de Cristo (por ejemplo, premilenialismo, posmilenialismo y amilenialismo), todos los evangélicos afirman que habrá un regreso literal de Cristo a la tierra previo al estado eterno. No obstante, en el premilenialismo se suele enfatizar el acontecimiento singular del arrebatamiento.
El principal pasaje bíblico sobre el rapto (gr. harpazo) de la iglesia es 1 Tes. 4:15-17. Otros textos utilizados con frecuencia para apoyar esta doctrina son Juan 14:1-3 y 1 Cor. 15:51,52. En el premilenialismo existen tres enfoques principales para comprender el concepto del arrebatamiento: (1) Los pretribulacionistas creen que Cristo arrebatará a la iglesia antes de que comience el período de siete años de tribulación (Dan. 9:24-27; Mat. 24:3-28; Apoc. 11:2; 12:14). Con la venida de Cristo en el aire, un evento separado y anterior a Su venida a la tierra, los creyentes serán “arrebatados (…) en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tes. 4:17). Según este enfoque, los creyentes serán liberados “de la ira venidera” (1 Tes. 1:10; Apoc. 3:10) al ser quitados del mundo. (2) Los tribulacionistas también creen que el arrebatamiento es un suceso diferente que precede a la segunda venida de Cristo y que liberará a los creyentes de la segunda mitad del período de siete años, es decir, la “gran tribulación” (Mat. 24:15-28; Apoc. 16–18). (3) Los postribulacionistas creen que el arrebatamiento y la segunda venida ocurrirán al mismo tiempo. Por lo tanto, la iglesia permanecerá en la tierra durante “el tiempo de angustia para Jacob” (Jer. 30:7). No obstante, a diferencia de lo que sucederá con el mundo, los creyentes que pasen por la tribulación serán protegidos de la devastadora ira de Dios y de Su juicio (1 Tes. 5:9).
Artículo extraído del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.
Foto de Łukasz Łada en Unsplash
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