Por John J. Davis
Nombre de persona que significa “hermano del padre”.
1. El séptimo rey del Reino del Norte (Israel) que se casó con Jezabel, una mujer extranjera, y provocó. la ira de Dios más que cualquiera de los reyes anteriores de Israel. Acab fue hijo y sucesor de Omri. Su reinado de 22 años (874–853 a.C.), se vio afectado por la infidelidad y el fracaso espiritual, aunque disfrutó de cierto éxito político y militar (1 Rey. 16:30).
El casamiento de Acab con Jezabel, una princesa fenicia, tuvo beneficios tanto comerciales como políticos. En lo comercial, proveyó a Samaria de artículos que necesitaban y abrió un camino para la extensión del comercio marítimo. En lo político, eliminó cualquier amenaza militar que proviniera de Fenicia. Durante los días de Acab, Israel disfrutó de paz con Judá como resultado en gran medida de un matrimonio que se arregló entre la princesa Atalía y Joram, el príncipe heredero de la corona de Judá. La alianza resultante produjo esfuerzos conjuntos en el comercio marítimo (1 Rey. 22:48; 2 Crón. 20:35-37) y una campaña militar unida para recapturar Ramot de Galaad, que había quedado bajo control arameo (1 Rey. 22:2-40).
A lo largo de su reinado, Acab mantuvo un control efectivo sobre Moab y obtuvo ingresos por medio del tributo, un impuesto que pagaba el rey moabita para mantener su trono (2 Rey. 3:4). La opresión de Moab bajo el gobierno de Acab y de su padre Omri se halla representada en la Piedra Moabita. Acab tuvo éxito en dos campañas importantes con el rey asirio Ben-adad, pero en la tercera fue herido de muerte. Su participación en la gran batalla de Qarqar (853 a.C.) está registrada en una inscripción de Salmanasar III de Asiria, aunque no se menciona en la Biblia. Según Salmanasar, Acab envió a la batalla 2000 carros y 10.000 hombres.
Los días de Acab en Samaria constituyeron una época de riqueza creciente y apostasía espiritual. Según 1 Rey. 22:39, le construyó a Jezabel una “casa de marfil”, cuyos restos se descubrieron en las excavaciones que Harvard realizó en el lugar. Las habitaciones y los muebles estaban decorados con incrustaciones de marfil que en muchos casos representaban deidades egipcias. Su entrega a la influencia idolátrica se pone de manifiesto en la construcción de un templo para Baal (1 Rey. 16:32), la masacre de los profetas del Señor (1 Rey. 18:4,19) y la confiscación de la propiedad de un israelita (1 Rey. 21).
Pareciera que Acab era adorador de Yahvéh, Dios de Israel, pero probablemente también de otras deidades. Consultaba frecuentemente a los profetas de Yahvéh (1 Rey. 20:13-14,22,28; 22:8,16), utilizó el nombre divino al ponerles nombre a sus hijos (Ocozías, Joram y Atalía) y no interfirió en la ejecución de los profetas de Baal después de la disputa en el Monte Carmelo (1 Rey. 18:40). Sin embargo, la influencia de Jezabel en su vida opacó el efecto importante que los profetas del Señor pudieran ejercer sobre él. Se convirtió en el principal ejemplo del mal (Miq. 6:16).
2. Profeta falso que vivía en Babilonia, profetizó mentiras y enfrentó la condonación de Jeremías (Jer. 29:20-23).
Artículo extraído del Diccionario Bíbico Ilustrado Holman.
Foto por Glo Bible
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