Puerta restaurada en el emplazamiento de la antigua ciudad de Nínive, hoy localizada en la orilla izquierda del Río Tigris. Nahum profetizó la caída de esta ciudad de poder y riqueza sin parangón que fue diseñada para resistir un sitio de 20 años. La caída de Nínive comenzó con el desbordamiento del Tigris. La inundación resultante destruyó parte del muro de la ciudad. Los babilonios entraron por la brecha en el muro, invadieron la ciudad y la incendiaron. Desde el 612 a.C. hasta el 1800 d.C., Nínive permaneció oculta bajo la capa de tierra que fue acumulándose.
Introducción
Jonás, quinto libro de los Profetas Menores, se asemeja más a las historias de los profetas en los Libros Históricos, tanto en forma como en contenido. El libro nos permite dar un vistazo a la vida de Jonás, el «profeta a contramano», quien huyó de Jehová y terminó tragado por un pez. La gracia y el amor de Dios por Su pueblo son evidentes en todo el libro.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: El libro es una narración anónima sobre Jonás.
Contexto histórico: Jonás aparece en 2 R. 14:25 como un profeta de Gat-hefer, en el territorio de Zabulón, en el norte de Israel. Desarrolló su ministerio durante la primera mitad del siglo VIII a.C. Predijo la restauración de las fronteras originales del reino del norte, lo cual sucedió durante el reino de Jeroboam II (aprox. 793-753 a.C.). El libro que lleva su nombre puede haber sido escrito entre el siglo VIII a.C. y el final del período del AT.
Jonás predicó a Nínive, una importante ciudad a siria. Los asirios eran un pueblo guerrero y cruel que había sido enemigo de Israel durante largo tiempo. El arte asirio enfatiza la guerra e incluye escenas de ejecuciones, empalamientos, decapitaciones y desollamientos. Esto explica la renuencia de Jonás a predicar en esa ciudad infame.
El debate clave sobre el libro es su género. ¿Relata hechos históricos o se trata de una parábola? Aquellos que sostienen que es una parábola argumentan que Jonás es una historia ficticia o una fábula para comunicar una posición teológica sobre la actitud de Dios hacia los gentiles. Según ellos, el autor utiliza los sucesos irónicos y fantásticos descritos en el libro (por ej., que Jonás estaba vivo y oraba en el estómago de un pez) para transmitir al lector que no se trata de un suceso literal. También existen dificultades históricas que se resolverían con esta postura: el tamaño exagerado de Nínive (3:3) y la falta de pruebas extra bíblicas de origen asirio que confirmen el arrepentimiento de la ciudad.
Cinco consideraciones sugieren que el libro de Jonás es genuinamente histórico. Primero, Jonás fue un personaje histórico real, en 2 Reyes 14:25 se afirma que era profeta. El libro lo presenta como un hombre con defectos de carácter. Si se tratara de una obra de ficción, sería culpable de difamación, porque diría algo inventado y peyorativo sobre una persona real a quien se presenta de manera positiva en otros textos.
Segundo, Jonás es parte de los doce Profetas Menores. Los demás libros de esta colección son profecías de mensajeros de Dios genuinos e históricos. Al colocar a Jonás en esta colección, el compilador de los Profetas Menores indicó que consideraba el libro un relato histórico.
Tercero, los milagros de Jonás no son imposibles para el Dios de la Biblia. Algunos intérpretes suponen lo contrario y permiten que su anti-sobrenaturalismo los lleve a adoptar el punto de vista que considera Jonás una parábola.
Cuarto, en Mateo 12:39-41 y Lucas 11:29-32, Jesús habló de que Jonás estuvo en el vientre del pez y de que predicó en Nínive como si se tratara de sucesos reales. En particular, la afirmación de Jesús de que «los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás» (Mt. 12:41; Lc. 11:32) no tendría sentido si el pueblo de Nínive nunca se hubiera arrepentido gracias a la predicación de Jonás. A menos que uno esté dispuesto a afirmar que Jesús estaba equivocado, es mejor decir que el libro es histórico.
Finalmente, las dificultades históricas de Jonás pueden resolverse en gran medida (ver nota en 3:1-3).
Mensaje y propósito
La actitud positiva de Dios hacia los gentiles: En el capítulo 1, marinos gentiles aprenden a adorar y venerar al Dios de Israel. Su renuencia a tirar a Jonás por la borda indica que deseaban cumplir las demandas éticas de Dios y no quitarle la vida a un hombre inocente. En el capítulo 3, el arrepentimiento de Nínive demuestra que también los gentiles pueden salvarse. A Dios le interesan todas las personas, una preocupación que anticipa el mandato misionero del NT.
La gracia de Dios: Dios fue «clemente y piadoso» (4:2) hacia Nínive, lo que prueba que el Dios del AT es un Dios de gracia.
La soberanía de Dios sobre la naturaleza: Jonás presenta el poder soberano de Dios sobre el mundo natural. Dios puede levantar una gran tempestad (1:4), hacer que una planta crezca milagrosamente y que un gusano se la coma (4:6-7), y utilizar un gran pez para que se trague a Jonás y lo salve (1:17). Todo ello demuestra el control de Dios sobre la naturaleza.
La futilidad de huir de Dios: Los problemas que Jonás enfrentó cuando trató de huir del llamado de Dios advierten a los lectores que es inútil tratar de huir de Él, y que lo único que se consigue son dificultades innecesarias.
Contribución a la Biblia
El libro de Jonás muestra la preocupación de Dios y Su gracia para con el mundo entero, Su poder sobre la naturaleza y la futilidad de huir de Él. Además, predice el sepulcro y la resurrección de Jesús. Mateo 12:38-45 y Lucas 11:24-32 comparan el ministerio de Jesús con el de Jonás, teniendo en cuenta que el de Jesús es el mayor. Ambos textos interpretan el gran pez de Jonás como una prefiguración del entierro de Jesús en la tumba, lo cual convierte al profeta en un «tipo» de Cristo. Si Jonás realmente murió en el pez (ver nota en 2:2), su resurrección guarda un paralelismo aun mayor con la de Jesús.
Estructura
El libro de Jonás muestra un alto nivel de excelencia literaria hebrea. Su estilo es rico y variado. Muchos lo consideran una obra maestra de la retórica. Goza de simetría y equilibrio, y puede dividirse en dos secciones de dos capítulos cada una. El punto culminante de la primera sección se distingue por su forma poética, que ocupa en el relato un lugar más importante que la prosa. El momento cumbre de la segunda sección es el diálogo entre Jonás y Dios. Al nombrar únicamente al Señor y a Jonás, el libro los señala como protagonistas de la historia; los demás personajes son anónimos.
Los fenómenos de la naturaleza también son puntales del libro: el viento, la tormenta, el mar, la tierra seca y los peces en la primera mitad; el rebaño y la manada, la planta, el gusano, el sol y el viento en la segunda. Cuando se colocan lado a lado, los capítulos 1 y 3 y los capítulos 2 y 4 pueden considerarse paralelos. Finalmente, tanto el capítulo 1 como el 3 comienzan con la recepción por parte de Jonás de la palabra del Señor con el llamamiento a ir a Nínive.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman
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