Introducción
El título de los libros de Reyes describe justamente su contenido: la historia de los reyes y los reinos de Israel y Judá. Ambos son parte de un cuerpo literario más amplio del AT conocido como los doce Libros Históricos (de Josué a Ester). Originalmente, 1 y 2 Reyes constituían un solo libro, pero los traductores de la Septuaginta (la traducción al griego del AT) los separaron en dos secciones.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: Los eruditos no han podido identificar a los autores de estos libros. Por tradición, pero sin mucho fundamento, se atribuyen a Samuel y Jeremías. Un destacado adorador de Yahvéh como Jeremías podría haber influido en los círculos de escribas que produjeron estos libros. Como estos escritos incorporaron claramente varios documentos anteriores, la autoría debería corresponder a todos los escritores que contribuyeron a las fuentes. En algún momento, el Espíritu Santo obró en los autores humanos para autenticar los libros inspirados y sin errores de 1 y 2 Reyes. La etapa final de composición o compilación debió de ocurrir después de la liberación de Joaquín del cautiverio en Babilonia (aprox. 562 a.C.). Esa edición podría haber incorporado notas a una obra acabada años antes o implicados agregados significativos.
Contexto histórico: Las historias de 1 y 2 Reyes abarcan aproximadamente 410 años, desde la muerte del rey David, alrededor del 970 a.C., hasta la liberación del rey Joaquín, alrededor del 560 a.C. Durante este período, la nación de Israel se dividió en dos reinos (930 a.C.), y ambos fueron llevados al exilio (Israel en 722 a.C., y Judá en 587 a.C.).
Mensaje y propósito
La perspectiva teológica de 1 y 2 Reyes se expone en varios temas: (1) el pecado del rey y de la nación; (2) el conflicto entre la fe y los intereses prácticos y políticos; (3) la gloria que Dios dio a los reyes obedientes al pacto; (4) el severo castigo de Dios en algunas ocasiones y su indulgencia en otras; y (5) el conflicto entre la adoración al Señor y la idolatría.
El rol del rey: Según el pacto davídico, el rey era el representante moral del pueblo. Por lo tanto, hasta los reyes Azarías (también conocido como Uzías) y Jotam, el estado moral del monarca se equiparaba a la condición moral del pueblo. Las bendiciones del pacto se recibían o no conforme a la conducta del rey. Por lo tanto, el obrar del monarca durante su reinado era el hecho moral más importante con respecto al pacto.
El rol del profeta: Este fue un período en el que la función del profeta se desarrolló. La naturaleza de esta función recorrió varias etapas no consecutivas, desde los profetas extáticos y hacedores de milagros, representados por Saúl (1 S. 19:24) y Eliseo (2 R. 3:14-16), pasando por los de la corte, que no hacían milagros, como Gad y Micaías, hasta finalmente, los grandes profetas que dejaron sus escritos en la Palabra.
Avivamiento: Los dos últimos avivamientos de los reyes de Judá (Ezequías y Josías) tuvieron carácter individual y no afectaron al resto de la familia real ni a la nación en su conjunto. Con la muerte de cada uno de estos reyes buenos, la nación volvió a caer en la apostasía. Por lo tanto, estos dos avivamientos no produjeron la plena restauración del poder y la prosperidad política internacional, sino que simplemente retardaron el inevitable castigo.
Contribución a la Biblia
Para los escritores bíblicos, la historia no hubiera existido aparte de los propósitos de Dios. Toda historia es teológica. Los libros de 1 y 2 Reyes interpretaron la historia hebrea a la luz de la teología del pacto del AT. El exilio babilónico creó la necesidad de esta obra de apologética histórica. Los exiliados necesitaban explicar el fracaso del programa religioso establecido por el Dios soberano. En la historia deuteronómica (Jos., Jue., 1 S., 2 S., 1 R. y 2 R.), esto se debió a que el pueblo no había cumplido su parte del pacto.
Estructura
Los libros de 1 y 2 Reyes no se organizan como relato. Reyes es único porque sus unidades estructurales se basaron en las crónicas formales de la corte. Las declaraciones introductorias (1 R. 15:9-10) y finales (1 R. 15:23-24) usualmente identifican los límites de cada reinado. El escritor podía insertar otros tipos de recursos literarios, antes, en el medio o después de las introducciones y los cierres formales: narraciones, oraciones, descripciones, etc. Sin embargo, el elemento más importante era la evaluación del rey y su fidelidad al pacto (1 R. 15:11-15). Los materiales reunidos conformaron una historia de obediencia o desobediencia al pacto.
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto por Amit Lahav, en Unsplash
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