Ubicación de la antigua Corinto al pie del Monte Acrocorinto, de 575 m (1886 pies), en cuya cima había un templo dedicado a Afrodita. En primer plano, las ruinas del templo de Apolo.
Introducción
Primera Corintios es la carta paulina más literaria. Pablo usó diversos recursos estilísticos para persuadir a sus lectores: ironía, sarcasmo, preguntas retóricas, aliteración, antítesis, personificación, hipérboles, repeticiones, lenguaje gráfico (imágenes cotidianas), dobles sentidos y otros juegos de palabras. Su propósito era comunicarles la importancia de aceptar la autoridad del Señor en sus vidas.
Circunstancias de la redacción del libro
Autor: La autoría de 1 Corintios se atribuye a Pablo (1:1; 16:21), y en general, los eruditos bíblicos concuerdan en que él la escribió. Es posible que la haya redactado unas semanas antes de Pentecostés, en la primavera del 56 d.C., hacia el final de su ministerio de tres años en Éfeso (15:32; 16:8; Hch. 20:31).
Contexto histórico: Durante su segundo viaje misionero, mientras estaba en Troas, Pablo tuvo una visión en la que un hombre le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos» (Hch. 16:9). A raíz de ese cambio de planes, el apóstol fue a Filipos, Tesalónica, Atenas y, finalmente, Corinto (Hch. 18:5). Allí ejerció su ministerio durante al menos 18 meses (Hch. 18:1-18). Partió de la ciudad acompañado por Aquila y Priscila (Hch. 18:18), quienes se quedaron en Éfeso, donde conocieron e instruyeron a un «varón elocuente» llamado Apolos (Hch. 18:24-26). Este luego se trasladó a Corinto y ejerció allí un poderoso ministerio (Hch. 18:27–19:1).
Primera Corintios es la segunda carta de Pablo a la iglesia en Corinto. En una epístola anterior, los había reprendido sobre la inmoralidad sexual y exhortado a no involucrarse en ella (5:9). Se vio obligado a escribir esta segunda carta cuando la familia de Cloé lo puso al corriente de una serie de conflictos internos en la iglesia (1:11). Pablo también recibió informes sobre una relación incestuosa entre algunos miembros (5:1), la existencia de bandos que perturbaban la celebración de la Cena del Señor (11:18) y cierta confusión sobre la resurrección de los muertos (15:12). Por eso, el apóstol aborda aquí estos problemas. Al parecer, mientras escribía esta epístola, recibió otra carta de los corintios en la que pedían su opinión sobre diversas cuestiones (7:1,25; 8:1; 12:1; 16:1) y aprovechó la oportunidad para incluir sus respuestas.
Mensaje y propósito
Con excepción de Gálatas, el tema principal de las epístolas paulinas se plantea en la sección de acción de gracias o cuando el apóstol expresa sus motivos para agradecer. La premisa de cada una de sus cartas también suele figurar en el saludo inicial, así como en las oraciones introductorias después de la acción de gracias.
Dentro de la introducción y acción de gracias de 1 Corintios y fiel a su costumbre, Pablo presentó el tema principal de su carta: que todos los creyentes pertenecen al Señor (1:2). Jesús es Señor; los creyentes son de Él. Cualquiera fuera la discrepancia en cuestión, la respuesta de Pablo siempre recordó la autoridad del Señor sobre ellos (1:2,10). Usó más de 75 frases relacionadas con la esfera de la esclavitud, de uso común durante el siglo I, para referirse a la relación de los creyentes con su Amo y Señor. Quienes invocan Su nombre (1:2) lo hacen en señal de sumisión. En 1 Corintios, «nombre» (1:2,10,13; 5:4; 6:11) es casi siempre sinónimo de «autoridad».
Pablo escribió 1 Corintios para motivar a la iglesia en Corinto a reconocer el señorío de Cristo sobre ellos y lo que esto implicaba en sus vidas. Otros de los temas tratados dentro del marco del dominio y la autoridad del Señor fueron la unidad cristiana, la moralidad, el lugar de las mujeres, los dones espirituales y la resurrección.
Contribución a la Biblia
Primera Corintios contribuye considerablemente a nuestra comprensión de la vida, el ministerio y las relaciones interpersonales en el ámbito cristiano, al mostrarnos cómo los miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, deben funcionar en armonía. Cualquier iglesia puede tener problemas porque está compuesta de pecadores (redimidos, pero todavía sometidos a la lucha contra el pecado). Pablo propuso soluciones específicas a los problemas particulares de los corintios, pero la respuesta subyacente es que la Iglesia y sus miembros deben vivir centrados en Cristo porque, en definitiva, lo que importa es vivir sujetos al señorío y la autoridad del Señor, la cabeza de Su Cuerpo (la Iglesia).
Estructura
Pablo adopta la forma convencional de una carta del siglo I, dividida en cuatro partes: saludo (1:1-3), acción de gracias (1:4-9), desarrollo (1:10–16:18) y despedida (16:19-21). Es una carta pastoral, que responde a una situación concreta y a las necesidades de sus destinatarios.
Tal vez lo más interesante sobre la estructura de esta carta sea la utilización de la frase «en cuanto a», con que Pablo introduce algunos temas. Al parecer, señala que el apóstol estaba respondiendo a diversos puntos en una lista de preguntas que quizás había recibido de una delegación de hombres (16:17). Estas preguntas tenían que ver con el matrimonio (7:1), las vírgenes (7:25), los alimentos ofrecidos a los ídolos (8:1), los dones espirituales (12:1), las ofrendas para los santos en Jerusalén (16:1) y Apolos (16:12).
Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman.
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Foto por Vassilis Terzo, en Unsplash
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